¿Has emitido ya tus 16 kg de CO2 del día? ¿y a qué esperas? Sé un buen español y cómete otro filete, deja encendido el motor del coche mientras te tomas una caña y cárgate a un lince por el camino. Tira de una vez esas pilas corroídas al contenedor, junto al yogur caducado y el tomate podrido. O al río si te sientes creativo. Compra, compra y compra. Cuanto más compres mejor te sentirás, además dinamizas la economía y creas puestos de trabajo.
No olvides reservar un Tesla, aunque tu coche funcione. Pásate al azúcar, uno de cada 8 ya somos diabéticos. Tanta gente no puede estar equivocada.
Esa colilla, tírala al suelo, ¿no lo hacen los demás?.
Cómprate un perro y abandónalo, ¿no tenían sentido de la orientación? Pues que se las apañe.
Espera una hora de cola en Primark para comprarte un par de cosas. Bueno, eso era lo que pensabas, pero al final has salido con un juego de luces para tu habitación, dos pijamas de Harry Potter, una camiseta donde se lee “Feminism” (ante todo reivindicativa), un pack de calcetines de unicornios (pero ante todo girly), una chaqueta de sucedáneo de lana y dos pares de pantalones vaqueros. De camino tómate un Chai Latte (con leche de soja) de medio litro, pídelo para llevar que no tienes tiempo que perder, y además así el resto puede ver que eres cosmopolita. Y pide algo para comer, una hamburguesa por ejemplo, pero nada de irte a un bar que eso es de cutres y paletos, tú vas a una cadena americana que para eso has aguantado dos días sin comer.
Controla ese pelo rebelde con un bote de laca, champú anticaspa, mascarilla suavizante, líquido protector del calor, crema anti-encrespamiento, espuma y spray con agua de mar. Y para que esa carita siga estando joven, al menos por fuera, apunta lo siguiente (y no necesariamente en ese orden): exfoliante, gel limpiador, agua micelar, crema alisadora, pre base de maquillaje, pre sombra de ojos, iluminador, colorete, polvos bronceadores, contorno de ojos y polvos matificantes. Todo compuesto por materiales naturales, claro, si se obtienen de la tierra lo serán.
Quédate durante horas hechizado por el tubo catódico. O viendo vídeos de Youtube, que es más Millennial, sobre personas que abren paquetes y compran cosas. Muy enriquecedor, unboxing y haul creo que lo llaman.
Y no olvides darte un baño de espuma al final del día. Te lo has ganado.
Puedes seguir comportándote así o limpiar tu conciencia con productos con el prefijo “eco”. O también puedes dejar de morder la mano que te da de comer y comenzar a comportarte como un ser humano. Sí, esos animales que, a diferencia del resto, poseen razonamiento y por lo tanto son capaces de analizar su conducta y cambiarla. Si quieren.
María Perona
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