Fotografía: iElektro
El coche eléctrico soluciona muchos problemas: la dependencia de los combustibles fósiles, la contaminación urbana y en general el derroche de energía.
El vehículo eléctrico funciona mediante baterías eléctricas de litio, aunque también se intentó mediante sodio, pero con este elemento las prestaciones del vehículo no eran las más adecuadas. Por eso, se intenta probar con la combinación de estos dos metales y se ha comprobado que funciona mucho mejor, aumentando la autonomía.
También puede reducir la dependencia del petróleo, ya que disponer de electricidad es mucho más fácil. Incluso aumentar el uso de las energías renovables, puesto que estos podrían almacenar energía sin consumo procedente de estas fuentes. Además es un vehículo cero emisiones.
Se postula como una alternativa debido a su eficiencia mucho mayor que la del coche de motor térmico, aunque durante su proceso de producción se reduce esta eficiencia, no siendo tanta al final. Pero sí mayor que en la caso del vehículo térmico.
España, con su casi 50% de electricidad de origen renovables, está bien preparada para potenciar el uso del coche eléctrico, que además producirá un descenso en las emisiones de CO2 y ruido, y mejorará mucho la vida en las ciudades.
Un gran problema de estos coches es la autonomía, debido a que está muy limitada. De momento, la gran mayoría de los modelos no logran pasar de los 200 km, algo en lo que que se está trabajando y que en un futuro aumentará.
Se viene trabajando en Vehicle to Grid (V2G), un tipo de cargador que permite intercambiar bidireccionalmente energía entre el coche y el punto de recarga y de esta manera devolver energía a la red o través del medio local (V2H). De esta manera, se controlará la demanda de energía. Algo que todavía está en desarrollo.
Otro problema es el tiempo de recarga de los vehículos y la escasez de puntos de recarga todavía en algunas zonas, pero esto mejorará con el desarrollo del proyecto CIRVE (Corredores Ibéricos de Infraestructura de Recarga Rápida de Vehículos Eléctricos), cofinanciado por la Unión Europea, que tiene el objetivo de promover el desarrollo de vehículos en España y Portugal con Francia. Utiliza los corredores ibéricos para implantarlos con socios como ENDESA, EDP o la Asociación AEDIVE. Tiene un calendario de implantación hasta diciembre de 2020.
Marcas como Toyota han desarrollado puntos de recarga inteligentes como G-Station, que informa al propietario o usuarios del consumo del vehículo en su móvil, algo que ya es una realidad, aunque todavía no se encuentra a la venta en Europa.
Existe una aplicación a nivel mundial capaz de localizar puntos de recarga, llamada Chargelocator, que en origen era una web, pero actualmente también es una aplicación. De momento solo disponible para iPhone, pero todavía no para el resto de dispositivos.
Se está desarrollando también una solución tanto para la autonomía como para el tiempo de recarga, que es el uso de recarga sin cables (wireless) en las carreteras y de esta manera permitir la recarga con el coche en movimiento utilizando campos magnéticos. De momento, no se ha puesto en aplicación. En China, ya hay carriles que realizan la recarga del vehículo.
Otros dos sistemas en desarrollo son un sistema de carga inductiva y el proyecto desarrollado por Metro de Madrid, Train2Car. El primero, creado por Siemens y BMW, que a la vez podrá usarse de almacenamiento, acumula el exceso de producción de energía renovable, por ejemplo de energía eólica durante la noche, cuando la demanda es menor. Surge con el objetivo de eliminar los problemas de carga del coche eléctrico, en tiempos cortos. Por otro lado, tenemos el proyecto Train2Car que utiliza la energía de la frenada de los trenes subterráneos para generar electricidad con un tiempo de recarga máximo de veinte minutos.
Estas son algunas de las mejoras que se podrán implantar o están implantadas para el vehículo eléctrico, de momento su presente no está consolidado por su elevado precio y su corta autonomía, que lo hace inviable para largos trayectos.
Existen actualmente numerosas alternativas no sólo al vehículo convencional, sino también al vehículo eléctrico, como el vehículo de hidrógeno o el vehículo híbrido. Lo que sí se plantea que el vehículo eléctrico sea el principal competidor del vehículo convencional. No sólo existen coches eléctricos, también existen furgonetas como la Nissan e-NV200.
Existen varios modelos eléctricos en el mercado, de los que se hace una comparación en la tabla adjunta.
El vehículo eléctrico, de momento es poco accesible para el público en general. Algo que podría cambiar, pero por lo que se ve todavía le faltan algunos años.
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