Primer plano de un sensor de luz conectado a una de las plantas en un jardín modelo en Matadero Madrid. Fotografía: Sophie Rusen.
El jueves 12 de junio, visité la exposición “Arte para un planeta en emergencia: Eco-Visionarios” en Matadero Madrid. Cuando entré me encontré en una habitación oscura llena de plantas conectadas por cables a lo que parecían ser monitores de ritmo cardíaco. Las personas estaban de pie alrededor de las pantallas y las plantas unidas a ellas, aparentemente esperando que algo sucediera: yo, en un momento de comprensión de lo que estaba viendo exactamente, y lo que podía significar todo ello. Solo después de leer la descripción unas cuantas veces y hacer mi propia investigación posteriormente, comencé a comprender el complejo y futurista fenómeno que tenía delante de mí: un jardín cyborg. Estaba en un primer espacio, en el Jardín Cyborg del Instituto Mutante de Narrativas Ambientales.
¿Qué es un jardín cyborg?
Un cíborg o cyborg (del acrónimo en inglés cyborg: de cyber [cibernético] y organism [organismo], organismo cibernético) es una criatura compuesta de elementos orgánicos y dispositivos cibernéticos generalmente con la intención de mejorar las capacidades de la parte orgánica mediante el uso de tecnología. Pues, un jardín cyborg, en los términos más simples, es un jardín que conecta artificialmente las plantas con la tecnociencia moderna. Al igual que el monitor de frecuencia cardíaca que nos brinda información sobre el funcionamiento de nuestros cuerpos, los nuevos desarrollos tecnológicos pueden brindarnos información útil sobre el funcionamiento de las plantas y el entorno que las rodea.
¿Cómo funciona?
Básicamente, los científicos e ingenieros han desarrollado mecanismos que permiten insertar partes artificiales en la base de las estructuras de las plantas, de manera tal que estas partes comiencen a crecer junto a las raíces y se vuelvan inseparables de la planta misma. Si estás visualizando un cable que corre a través del tallo de una planta, tienes la idea correcta.
Modelo de un posible jardín cyborg en Matadero Madrid (no a escala): insectarium. Fotografía: Sophie Rusen
¿Para qué hacer un jardín cyborg?
Hay algunas ventajas de las plantas cyborg que son especialmente importantes para la sostenibilidad ambiental. Primero, proporciona a los humanos la capacidad sin precedentes de comunicarse con las plantas y entender mejor sus necesidades inmediatas. Digamos que una planta no está obteniendo suficiente suministro de agua: los sensores pueden alertar a los seres humanos de este problema y estos realizar una acción inmediata para resolverlo, o alertar a algún mecanismo de tecnología secundaria para que lo haga. Un investigador afiliado al MIT en los Estados Unidos creó un sistema que detecta las pequeñas señales eléctricas dentro de las hojas de una planta que responden a la presencia de luz, y hace que la planta se mueva hacia la luz detectada para aumentar la ingesta. Podemos imaginar esta tecnología a una mayor escala: un agricultor podría manipular sus plantas para amplificar su consumo de sol, haciendo que produzcan frutas y verduras más rápido y que utilicen menos recursos.
En segundo lugar, al imitar ciertos aspectos de una planta, los investigadores pueden crear tecnología que nos ayude a monitorear las condiciones ambientales y notificarnos los lugares en los que se están viendo los efectos del cambio climático a un ritmo más rápido. Estas plantas cyborg pueden recoger y compartir información sobre factores como la temperatura, la contaminación, los niveles de humedad y la luz solar. Luego, los científicos pueden usar esta información para interpretar y analizar patrones de diferentes plantas en de distintas regiones del mundo.
¿Dónde podrían ubicarse los jardines cyborg a gran escala?
Los jardines cyborg se pueden implementar prácticamente en cualquier lugar, pero la exposición se centra específicamente en el desarrollo de uno en Matadero Madrid. Matadero está situado en lo que comúnmente se conoce como una “isla de calor”, es decir, un lugar donde el calor se acumula y experimenta temperaturas extremas debido a la falta de sombra y vida vegetal. Desde febrero de 2019, un grupo de artistas y arquitectos han seguido una serie de procesos creativos y logísticos para crear un Jardín Cyborg en Matadero. Mientras tanto, Matadero se convertirá en un laboratorio que probará soluciones basadas en la naturaleza para la adaptación al cambio climático urbano que contribuirán al desarrollo de prototipos replicables capaces de aumentar la capacidad de recuperación de esta área.
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