En este artículo analizamos los resultados obtenidos en la calculadora de huella ecológica en función de cómo las personas que calcularon su huella contestaron a la pregunta sobre el tipo de las casas en las que residían. Esta pregunta ofrece cuatro opciones de respuesta: vivienda aislada, adosado, bloque de pisos y vivienda en manzana de casas, y hemos querido comparar las respuestas para España (ESP), México (MEX) y Colombia (COL). Al representar la huella ecológica en la cantidad de planetas que necesitaríamos si todas las personas consumiéramos de las misma manera, nos ha resultado lo mostrado en el Gráfico 1.

Gráfico 1. Huella ecológica en planetas según el tipo de residencia y país. Datos calculadora 2018 – 2021.

 

Tanto en España, como en México y Colombia se repite el mismo patrón en orden decreciente de huella ecológica: casas aisladas, viviendas adosadas, vivienda en manzanas de casas y bloques de pisos aislados. 

Al analizar las diferencias entre las que viven en casas aisladas y adosadas respecto las otras dos opciones, vemos una clara diferencia: el jardín. En el Gráfico 2 hemos puesto un ejemplo, el de España. En este el impacto de las plantas es el que más destaca aunque haya otros como el transporte que también expliquen esa diferencia. 

Como es lógico, un jardín conlleva un mayor uso de agua, de productos que pueden llevar tóxicos y generar residuos. Aunque eso sí, no hay que criminalizar los jardines ya que la vegetación es buena, aporta diversidad y hábitats para la fauna a la vez que absorbe dióxido de carbono. Pero hay que ser sensatos a la hora utilizar el agua, seleccionar plantas adaptadas al clima de nuestro lugar de residencia y optar por prácticas y productos no dañinos para el medio ambiente en su cuidado. 

Gráfico 2. Impactos de huella ecológica según tipo de vivienda en España. Datos calculadora 2018 – 2021.

 

Por la misma razón, las personas que viven en viviendas de manzanas de casas han obtenido una mayor huella ecológica que las que viven en bloques aislados. Los primeros pueden incluir espacios comunales en el interior de la manzana con jardines y así se ha reflejado en los cálculos realizados: las viviendas en manzanas de casas tienen más jardines y cantidad de plantas que los bloques de viviendas. 

En resumen, para las personas que calcularon su huella entre 2018 y 2021, los hábitos son semejantes independientemente del tipo de vivienda en que residan pero los jardines fueron determinantes. Pero, ¿qué dicen otras fuentes sobre el tipo de viviendas que genera más impactos medioambientales?

El proyecto SPAHOUSEC II dirigido por el IDAE realizó unas mediciones en hogares de toda España que utilizaban gas natural como combustible para la calefacción, el agua caliente sanitaria (ACS) y la cocina. En él se diferenciaba entre hogares unifamiliares (lo equivalente a viviendas aisladas y adosadas en nuestra calculadora) y bloques (lo equivalente a bloque de viviendas y manzana de viviendas de nuestra calculadora). En este estudio observamos algo que era de esperar: el gasto energético es mayor en las casas unifamiliares que en las de bloque.

Tabla 1. Gastos de gas natural en función del tipo de vivienda. Fuente: Informe del proyecto SPAHOUSEC II.

 

El consumo es casi el doble en los hogares unifamiliares que en los de bloque. Esa diferencia se da sobre todo por la calefacción. Y tiene sentido. La energía para climatizar un hogar dependerá de la temperatura que rodea el hogar. Obviamente, el aislamiento del hogar afecta, pero a igualdad de aislamiento se requerirá más energía para mantener un hogar a 21ºC cuanto más baja sea la temperatura del entorno. Para visualizarlo pensemos en una vivienda aislada: tendrá cuatro fachadas y un tejado en contacto con aire a, por ejemplo, 5ºC. Mientras que en un segundo piso de un bloque de 5 pisos, con una fachada al exterior, solo tendrá un lado del hogar en contacto con aire exterior y el resto, incluyendo techo y suelo, estarán en contacto con aire a 21ºC suponiendo que las viviendas aledañas estén habitadas y calefactadas. Por lo tanto esta última requerirá menos energía para mantener la temperatura interior.

Todo ello suponiendo que cada vivienda tiene una caldera. En el caso de los bloques de edificios con calefacción central, es decir, con una caldera única para todas las viviendas, el gasto es todavía menor: son más eficientes los sistemas de climatización colectivos que los individuales. 

Hay otra gran diferencia en el agua caliente. Esto se puede dar debido al número de personas y sus hábitos. En el Código Técnico de la Edificación se estima el agua caliente necesaria para una vivienda en función del número de personas que la habitan. Así que podríamos pensar que en las viviendas unifamiliares, de media, viven más personas que en los pisos. En cuanto a los hábitos, no se pueden obtener conclusiones con los datos del estudio.

En definitiva, hemos visto con ambas fuentes (nuestra calculadora y SPAHOUSEC II) que las viviendas unifamiliares consumen más recursos para sus jardines o climatización. Esta última, además, es el mayor gasto energético que tiene un hogar medio en España. Por lo tanto, puede ser que vivir en un piso tenga las desventajas de los ruidos de los vecinos y vecinas o no disponer de nuestro espacio verde particular, pero podemos quedarnos con que existen impactos más positivos tanto para el medio ambiente como para nuestro bolsillo.

Si quieres ver más resultados obtenidos de la calculadora a partir de los cálculos realizados entre 2018 y 2021, accede al informe  Análisis y Perfiles de Huella Ecológica 2018 – 2021. España, México, Colombia, Estados Unidos y Argentina: los años de la pre y post pandemia”. 

 

Darío Montes   

Fotografías: Blake Wheeler y Nate Watson en Unsplash.

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Este artículo forma para del proyecto de investigación «Cálculos de huella ecológica, 2022» una iniciativa de Fundación Vida Sostenible con el apoyo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, dentro de la concesión de subvenciones a entidades del Tercer Sector u Organizaciones no Gubernamentales que desarrollen actividades de interés general consideradas de interés social en materia de investigación científica y técnica de carácter medioambiental.