A propósito del día mundial sin tabaco que se celebra en todo el mundo hoy, 31 de mayo, en esta oportunidad miraremos un poco los daños al medio ambiente causados por este pequeño pero peligroso enemigo, los cigarrillos. Todo esto no porque sean más importantes los daños al medio ambiente que a la salud humana, sino porque creo que conociendo los daños que le causa a nuestro gran planeta, reflexionaremos sobre cuánto daño le causa a la salud de nuestro pequeño cuerpo.
Si bien durante mucho tiempo se han dicho los peligros que trae para el ser humano fumar, pocas veces nos han hablado sobre los daños causados al medio ambiente. Para comenzar, la producción de tabaco es una de las principales causantes de la deforestación en el mundo, sobre todo de las selvas tropicales, la tasa de deforestación a causa del tabaco es de 200 mil hectáreas anualmente, además de que es un cultivo bastante exigente con el suelo por lo que consume sus nutrientes muy rápidamente y lo deja inhabilitado hasta por 3 años después de su uso.
Cuando continuamos con su empaquetado, valdría la pena reflexionar sobre las cantidades de agua y papel necesarios para la producción de las cajetillas y del material que recubre los cigarrillos. Pero cuando encendemos el cigarrillo, sabiendo que contiene no solo tabaco sino hasta 4.000 productos químicos diferentes podemos imaginarnos la calidad del humo que es enviado directamente al aire que finalmente no solo respiran los fumadores, respiramos todos. Increíblemente al año se producen 225.000 toneladas de CO2 producto de los fumadores, cantidad equivalente a que 12.000 coches recorran 10 mil kilómetros.
Y la parte final del cigarrillo, las colillas, ¿qué pasa con ellas? Lamentablemente para nada son el final del problema, más bien representan parte fundamental de la contaminación ya que la mayoría no son biodegradables. Los filtros de las colillas están hechos de un material que no solo no es biodegradable, sino que su efecto contaminante puede llegar a durar en el medio ambiente hasta 25 años hasta descomponerse. Debido a la falta de civismo de muchos que sin más reparos terminan su cigarrillo y tiran las colillas en el primer sitio que se les cruza en el camino, estos residuos llegan a ríos, lagunas y océanos en donde su capacidad de contaminación es de hasta 50 litros de agua por cada cigarrillo, e incluso pueden llegar a ser ingeridos por los animales que finalmente mueren al no ser capaces de digerir semejante cantidad de químicos.
A este mal hábito de fumar y tirar las colillas sin más ni más, hay que sumarle la cantidad de incendios forestales que han causado, un problema que cada año cobra la vida de miles de hectáreas de bosque, causando que muchas personas incluso comiencen a exigir que las colillas de tabaco sean consideradas como residuos peligrosos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), una de las fuertes enemigas del tabaco en el mundo, considera esta problemática como una verdadera epidemia y están decididos a luchar contra ella a través de campañas informativas y promoviendo más normativas legales en todos los países del mundo, para frenar el consumo de tabaco. Hoy, 31 de mayo se lanza la campaña “Prepárate para el empaquetado neutro” que busca disminuir el atractivo de los productos del tabaco.
Seguramente en alguna etapa de nuestra vida alguien nos ha invitado a un cigarrillo, o alguna situación en particular nos ha incitado a comenzar a fumar, quizás bajo el concepto equivocado de que el cigarrillo es “social” o que es “normal”, sin tener en cuenta el daño que le hacemos a nuestro cuerpo, a las personas que están en nuestro alrededor y al medio ambiente.
Cada año casi 6 millones de personas mueren a causa del tabaco, no solo entre fumadores sino también entre personas que no fumamos pero que estamos expuestos al humo ajeno. Este 31 de mayo ayudemos a transmitir la información sobre los daños causados por el cigarrillo y busquemos estrategias para ayudar a las personas que conocemos para que dejen de fumar. Si eres fumador espero que esta información te ayude a tomar la importante decisión de dejarlo, no digo que sea sencillo pero estoy convencida que tu cuerpo, tus seres queridos, tu bolsillo y el planeta te lo agradecerán.
Rosely Rojas Rizzo
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