Debido a la dispersión poblacional, en muchas zonas de España es realmente complicado realizar una gestión adecuada de los residuos; las grandes distancias junto con la baja densidad de población hacen que las políticas medioambientales sean más caras y muchas veces ineficientes.

En zonas como la provincia de León, es ciertamente complicado llevar la basura a reciclar si se habita en un pueblo pequeño y, puesto que es una de las provincias con más entidades locales y superficie, reciclar es un trabajo para especialistas.

En la mayor parte de los núcleos rurales apenas hay contenedores de basura orgánica en los que se deposita toda la basura ante dos casos típicos: el primero es la falta de información y de educación ambiental y el segundo y más claro es la falta de contenedores de otro tipo. Algunas pequeñas entidades locales poseen un contenedor de reciclaje de vidrio porque existe un bar en dicho pueblo, pero en muchos de esos lugares ni siquiera pasan a recogerlo. En otros ni siquiera existe este contenedor de vidrio así que por supuesto no hay posibilidad de realizar una gestión desde el hogar de envases o papeles.

Puesto que se trata de una población muy envejecida, es complicado que puedan trasladarse hasta una localidad mayor, algunas veces el núcleo mayor está a más de 10 km por carretera de montaña, así que los residuos evidentemente se mezclan.

Por fortuna, no en todos los lugares es así, hay zonas donde la gestión de los residuos es ejemplarizante tanto por su evolución como por su constante mejora. Una muestra de esto es las mancomunidades de Irún y Hondarribia (Guipúzcoa). En el año 2013, la población de Irún y Hondarribia se centraba en las áreas más cercanas a la capital, quedando más del 50% de la superficie con una densidad poblacional muy por debajo de los 500hab/km2 ; lo cual indica lo que ya hemos dicho antes, grandes zonas despobladas con difícil gestión.
Pero aun así ellos han sabido adaptarse a la situación, se han establecido a lo largo del municipio y en aquellas zonas decididas por Urbanismo y Policía Local más adecuadas, “isletas ecológicas”, en ellas se sitúan los contenedores de reciclaje básicos.

Sin embargo, uno de los puntos más interesantes de esta mancomunidad es la posibilidad de realizar compostaje en los hogares de las zonas rurales. Para ello y gracias a campañas y talleres medioambientales, se han repartido una serie de compostadores que son susceptibles de usar en casas tanto unifamiliares como en algunos bloques con terreno propio donde colocar el compostador. Es destacable este hecho, porque la mancomunidad favorece la compostación con las campañas y con el material necesario para ello y con una rebaja de hasta el 20% en la tasa de recogida y tratamiento de residuos.

Otro ejemplo de tratamiento en zonas rurales tiene lugar en la mancomunidad de Goierri y Alto Urola (Guipúzcoa), donde tiene lugar la recogida puerta a puerta. Este sistema se basa en contenedores asignados a las viviendas que deben sacarse a la calle en las fechas determinadas, de esta manera cada día se sacará un tipo de residuo y así la gestión será mas eficiente.

Para las zonas más alejadas poseen una serie de áreas de reciclaje cerradas a las cuáles se accederá mediante una tarjeta identificativa, estas áreas se llaman birziklagunes. Estas zonas se asemejan a las islas de la zona de Irún, donde se pueden dejar los materiales a reciclar. Para la fracción compostable también hay opción siempre y cuando se asista a los talleres impartidos por la mancomunidad y se posea un terreno donde realizar el compostaje. Los datos obtenidos respecto a esta fracción son realmente interesantes ya que se realiza compostaje a nivel individual y a nivel comunitario.

Sólo una conclusión final: ¿porqué en algunos lugares sí es posible hacerlo y en otros no? ¿Cuáles son los motivos para tales diferencias? ¿Es justo que en algunas zonas del mismo territorio exista contaminación por la mala gestión de los residuos y en otras no? ¿Qué podemos hacer nosotros como habitantes y usuarios?

Verónica del Río Díez

Referencias:

1. Irún y Hondarribia: Servicios de Txingudi – Txingudiko Zerbitzuak

2. Ordizia: Sasieta Mankomunitatea

3. Gersul. Consocio de Gestión de Residuos de León.

Agradecimientos:

1. Alaitz Egiazabal Etxarri (Servicios de Txingudi – Txingudiko Zerbitzuak)

2. Enrike Enparantza (Sasieta Mankomunitatea)