El papel que cumplían los canarios en las minas lo están cumpliendo ahora los gorriones en las ciudades. El gorrión es un comensal de la especie humana, hasta el punto que suele abandonar los caseríos cuando muere o emigra el último de sus habitantes. En los últimos años se ha visto que su población desciende en muchas ciudades de toda Europa, y de manera alarmante. Según la RSPB, la población de gorriones bajó en Londres, en apenas una década (1994-2004) un impresionante 60%. En España, la SEO estima su disminución en un 21% entre 2008 y 2018, un total de 30 millones de pardales. En un solo año, 2015-2016, la población cayó un 7%. En Bruselas, ¡la pérdida en los últimos años se estima en un 95%!
No se sabe bien qué les pasa a los gorriones. La RSPB realizó un estudio en Leicester (460.000 habitantes) que indicó como factor limitante la disponibilidad de pequeños invertebrados para alimentar a los polluelos, aunque no concluyó con que la falta de alimento sea la causa principal del declive de la población. Tampoco se ha identificado ninguna epidemia o enfermedad infecciosa que diezme su población.
La lista de posibles causas del declive del gorrión es larga: exceso de contaminación, falta de alimento y de zonas verdes, escasez de lugares apropiados para anidar, ruido, competencia con otras especies como las palomas o las urracas, o incluso intoxicaciones con las sustancias usadas para el control de la población de palomas.
Los análisis de la SEO muestran que los gorriones del centro de la ciudad suelen estar anémicos y malnutridos. Se ha visto que los edificios nuevos carecen de los huecos y recovecos que usaban estos pajarillos para anidar, ese es un factor importante.
La cuestión es que si los gorriones se extinguen en nuestras ciudades es porque algo está yendo muy mal en ellas. Como nos recuerda la SEO, un mundo no apto para gorriones tampoco puede serlo para las personas. El gorrión es así un indicador infalible de la necesidad de cambiar de rumbo en la manera en que gestionamos la ciudad, al igual que el declive de las abejas y de los anfibios indica que algo va mal en la agricultura y en los espacios naturales.
¿Qué podemos hacer? Pues mucho, y además muy fácil de poner en práctica. Haz que tu casa sea más acogedora para los gorriones, o sparrow-friendly, que queda más moderno. Si no los tienes, coloca tiestos y jardineras con plantas en ventanas, balcones y terrazas. La vegetación atrae insectos y proporciona refugio a estas avecillas. Ponles agua de vez en cuando y sacude las migas del mantel afuera, o ya puestos hazles un gorrión-bar a base de alpiste y agua fresca.
De manera más organizada, únete a iniciativas como la Campaña #AvesDeBarrio y a otras que organicen tu ayuntamiento y los grupos conservacionistas de tu jurisdicción. También puedes celebrar el Día Mundial del Gorrión, que cae en 20 de marzo.
Más información de la campaña Aves de barrio
Fotografía: Szabolcs Molnar en Pixabay
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