Radares que multan por su cuenta
Dejando a la altura del betún a HAL 9000, el ordenador pensante de la película 2001, una odisea del espacio (Stanley Kubrick, 1968), los radares que instala la DGT en las carreteras españolas tienen ideas propias. Ideas malévolas para los conductores, a los que multan sin piedad cuando les da la gana. El radar más avieso de todos está situado en el kilómetro 247 de la A-7, en Málaga. Puso 49.711 denuncias en 2020, es decir, una cada diez minutos como media.
Conservas con conservantes
Las conservas esterilizadas por el calor se inventaron hace más de dos siglos (Nicolás Appert, 1810). Las altas temperaturas matan todos los microorganismos y, una vez metidas en un envase hermético, estas conservas son imperecederas. Por eso las latas de sardinas solo deberían contener sardinas, aceite y sal; y los botes de garbanzos, garbanzos, agua y sal. Pero han sido detectadas en las estanterías de los supermercados unas misteriosas conservas con conservantes añadidos. Por ejemplo, botes de legumbres con bisultfito sódico y ácido etilendiaminotetraacético. Si no lo cree, investigue en su próxima visita al supermercado: se va a llevar más de una sorpresa.
Todoterrenos urbanos
Los todoterrenos son unos vehículos estupendos para cazar rinocerontes vivos (como se puede ver en la película ¡Hatari!, de 1962, repleta de tópicos racistas y machistas). Pero ahora fuentes dignas de crédito informan de su aparición cada vez más frecuente en las ciudades. Con el nombre de SUV, estos coches enormes invaden las calles sin que haya una explicación clara para su comportamiento; la mayoría no han circulado nunca por una trocha o camino de cabras.
Los alimentos adictivos
Hace algún tiempo el etólogo Niko Tinbergen experimentó colocando enormes huevos de madera, pintados imitando a los naturales, en nidos de gaviotas. Las aves se volvían locas por ellos, expulsaban a sus huevos propios del nido y se dedicaban a empollar los falsos. Es lo que se llama un superestímulo. La aparición súbita de alimentos que no puedes dejar de comer, hace aproximadamente medio siglo, no ha dejado de intrigar a los investigadores. La explicación oficial es que las mezclas de harinas refinadas, azúcar, aceite de palma y saborizantes y texturizantes variados crea alimentos equivalentes a los huevos gigantes de gaviota, un superestímulo de sabor imposible de resistir. Pero hay teorías que apuntan a una explicación menos inocente.
Las autopistas fantasmas
Compitiendo con las líneas de Nazca en apariencia misteriosa, las autopistas fantasma son tramos de asfalto de 25 a 30 metros de anchura, trazados en campo abierto y que no conectan con ninguna otra carretera, o lo hacen de manera tan precaria que casi nadie las utiliza. Se ignora el propósito de estas estructuras, que proliferaron en los primeros años del siglo XXI y se hallan en diversas partes de España. Aquí se puede ver una última hora de una de las autopistas fantasmas más famosa.
El stand-by
Hace ya bastantes años, los fabricantes de aparatos electrónicos de entretenimiento eliminaron la tecla de apagado de sus productos. La explicación oficial fue facilitar su encendido inmediato mediante el mando a distancia, para evitar toda fatiga y espera a los usuarios. El IDAE estima en cerca de un 7% el consumo eléctrico que proviene del modo en espera (stand-by), de manera que es evidente que hay gato encerrado en esto del stand by: millones de kWh desperdiciados en millones de hogares y mucho dinero gastado sin necesidad. ¿Todo esto por no esperar tres segundos a que se encienda una máquina?
Jesús Alonso Millán
Fotografía: Denny Müller en Unsplash
Deja tu comentario
Debe iniciar sesión para escribir un comentario.