La escena tiene lugar en millones de casas del mundo entero, hacia las 8 de la mañana. Uno o varios niños y niñas de corta edad se sientan a la mesa para tomar la comida más importante del día, el desayuno. El desayuno que van a tomar está contenido en varias cajas de cartón y envases de plástico de brillantes colores, conteniendo la trinidad sagrada de alimentos apropiados para el desayuno infantil: lácteos, cereales y fruta (y sus sucedáneos).
Los niños se ponen a ello, e ingieren voluntariosamente cantidades importantes de leche, yogures, batidos, zumos más o menos industriales y cereales. Toda esta comida es crujiente, sabrosa, dulce y apetecible incluso a esa temprana hora de la mañana. Reconfortados con esa primera colación (idealmente habiendo ingerido la cuarta parte de lo que comerán en todo el día) pueden encaminarse al colegio, pletóricos de energía y nutrientes.
Este desayuno estándar ya no es solamente infantil, sino que se está extendiendo a todas las edades y en todo el planeta. Es el que se podría llamar desayuno estándar mundial LCF (lácteos, cereales y fruta). Para llegar a él, se creó el concepto de “comida más importante del día”, a pesar de que muchas personas tienen dificultad para ingerir nada sólido antes de las once de la mañana.
Para consolidar el concepto, se esgrimen argumentos como que la gente que no desayuna (o que solo se toma un café) es más obesa y propensa a enfermar que la que sí lo hace. En el caso de los niños, se augura una vida adulta llena de horrores a los niños que no desayunan en condiciones.
Pero esta importante comida, el desayuno, curiosamente, tiene lugar en el momento menos indicado del día, cuando la gente se levanta de la cama llena de legañas. Tradicionalmente en todo el mundo, la comida más importante es la cena, que se toma hacia la puesta de sol (menos en España, donde existe la costumbre de una comilona hacia las 14,00 horas).
La solución a esta contradicción es la trinidad cereales – lácteos – zumos. Este trío de alimentos ha sido sacralizado por la moderna ciencia de la nutrición, ya que contiene todos los nutrientes habidos y por haber: hidratos de carbono, “energía”, proteínas, vitaminas, calcio, minerales, fibra, etc. Ya tenemos las cajas de cartón, bricks y botellones de plástico de cereales de desayuno (un genial invento comercial, llamar a un alimento “de desayuno”), lácteos diversos y zumos variados encaminándose hacia la mesa. No hay más que verter en recipientes y servir.
Este tipo de desayuno sólo tiene tres inconvenientes: es caro, insalubre y contaminante. Es decir, insostenible. Es caro: no hay más que ver lo que cuestan los cereales comparados con una barra de buen pan. Los zumos tampoco son baratos, comparados con las frutas a las que sustituyen. La leche corriente no parece cara, pero sí lo son sus derivados de yogur para beber y actimeles variados.
El desayuno cereafrutoláctico es insano, principalmente porque contiene gran proporción de azúcar, con cantidades variables de grasas industriales. Los fabricantes de cereales de desayuno admiten en su web una proporción de azúcar en sus productos de entre 4,4 y 39 gramos por cada 100 gramos, y de grasas saturadas de entre 0,1 y 12 gramos. Las bebidas lácteas también contienen grandes cantidades de azúcar, así como muchos zumos comerciales. Los zumos exprimidos sólo pueden contener fruta exprimida, sin azúcar añadido, pero es fácil equivocarse en las estanterías del supermercado.
Los envases de esta mesa de desayuno estándar terminan vaciándose, y añadiendo cajas de cartón, bolsas y botellas de plástico y bricks a la corriente continua de desechos que sale de nuestras casas. En comparación, un desayuno corriente y rápido a base de jamón cocido, pan con aceite o tomate rallado y un café produce la décima parte de residuos, es diez veces más saludable y es seguramente más barato. Pero la gracia del desayuno es que cada uno lo toma a su aire, desde tomar un café y salir pitando a recrearse con uno de esos gigantescos desayunos a base de huevos fritos, lonchas de bacon, salchichas, pan, mermelada, mantequilla, huevos escalfados, pudding, pescado en salsa, porridge, churros, etc, etc, que ya solo se ven en las películas de aristócratas ingleses.
Jesús Alonso Millán
Fundación Vida Sostenible
Ayer justamente escuché a uno presumir de que todos los días empezaba la mañana con un desayuno vegetariano: un café negro bien azucarado y un chupito de licor de hierbas; y eso lo dijo por la radio despertando la simpatía de la audiencia y de los conductores del programa. Creo que hay muchas diferentes formas de desayunar, pero no creo que sea porque somos diferentes fisiológicamente sino que es diferente la educación que hemos recibido y por tanto los hábitos que hemos adquirido. Creo que la postura de la sanidad oficial es como mencionas, que el desayuno es la comida más importante del día («Desayuna como un rey, como como un príncipe..») y creo que va a ser difícil cambiarla porque el interés comercial es el que mueve los hilos. Por cierto, se te olvidó decir que uno de los criterios esenciales para elegir qué cereales de desayuno compramos no son los ingredientes sino el juguetito, tatoo, regalito o concurso que aparezca anunciado en la caja.. total, si todos saben a jarabe de azúcar qué más da.
Muy buenas recomendaciones. Yo prefiero siempre un buen zumo natural de desayuno. Suelo mezclar frutas y verduras, por ejemplo zanahoria y manzana. Desde hace unos meses tengo un extractor de prensado en frío y noto mucho la diferencia con lso zumos que hacía antes con la licuadora
Y en cierta parte tiene algo de razón… No pone de donde vienen estas afirmaciones, bajo que estudios,medios y personal se elaboro dicho comentario! Tienes demasiada ira contenida mi «gitante intelectual»
Chulo, porque le faltas al respeto a el? El solo esta danto su vision del articulo! Eres tu muy listo? O quiza seas muy Adolf,
Iba a responder a Javier (el del ‘patético’ comentario) pero veo que otros ya lo han hecho.
Solo añadir que decir ‘no tenéis ni puta idea’ solo porque no compartes lo que dice otro, indica un nivel intelectual muy escaso, por no decir nulo. Especialmente cuando el artículo está muy bien encaminado y si quieres ‘rigor científico’ solo has de leer los ingredientes en los envases.
Tengo entendido que a las primeras horas de la mañana hasta medio día (las 12), el cuerpo está en un proceso de «depuración», por decirlo de alguna manera. Es por eso, que a esas horas, lo mejor es algo ligero como algo de fruta o un zumo vegano, acompañado de queso fresco, una tostada con aceite de oliva, tomate, una loncha de ibérico… por ejemplo). No se cita nada de la proteína de suero de leche (sin aditivos). Para empezar el día es también algo muy recomendable.
Por otro lado, lo peor es el azúcar, acompañado de harinas refinadas y grasas trans. El cuerpo necesita glucosa pero que sea asimilable lentamente, no como la que nos ofrecen las cajas de cereales del super.
También hemos de distinguir entre los cereales que hay en el supermercado de aquellos que se venden en dietéticas, herbolarios o centros ecológicos. No tienen nada que ver.
Los productos del supermercado (en este caso, cereales de colorines) no son caros, aunque depende cómo se mire. Valorando lo que son nutricionalmente hablando (mierda), sí lo son (por esta razón hacen negocio además de enganchar con la adición al azúcar).
Lo gracioso de tu afirmación es que no existe prueba científica empírica que demuestre que el desayuno es la comida más importante del día. Ninguno.
Yo creo en la dieta que recomiendan los japoneses Zumo natural o dos frutas hasta 20gms de pan integral y te yo añado 2 nueces …..(contra las calorias una nube de leche semi.) Otra fruta a media mañana…
Ah!, te refieres a cereales de desayuno, ya que el pan esta hecho con cereales. (Es que así de golpe sonaba a magufada)
Desayunar lácteos, cereales y zumos es muy bueno. Siempre que los cereales no este hiperprocesados, por ejemplo unas tostadas de pan real (El de molde suele tener azúcar), leche normal y zumo sin azúcar (Lo compras así o te lo exprimes). Simplemente hay que comprar responsablemente (ya se que es más fácil meter cereales en un bol)
Javier, tu y tus posibles descendientes (Lo comento por tu airada respuesta), tenis toda la pinta de candidatos a diabetes tipo 2, así que evita los cereales de desayuno, los bollos y los néctares de frutas, es solo un consejo.
Totalmente de acuerdo con lo que dice el artículo, el apoyo científico en el que se basasn estas ideas está por todas partes…si lo quieres encontrar claro!
Yo desayuno una fruta y un té desde hace 30 ańos o más. A mis 41 años, ni soy obeso, ni tengo problemas relacionados con la nutrición y jamas he tenido una enfermedad relacionada con la alimentación. La idea de comerme un plato de cereales con leche o yogur de buena mañana, me revuelve las tripas y jamás he sentido que me fallaran las fuerzas hasta la hora de la comida por no haber desayunado ‘bien’. Cada persona tiene unas necesidades distintas y unas circunstancias diferentes. Así que yo prefiero hacer caso a lo que mi cuerpo me pide, que a lo que cuarenta científicos me digan que debo hacer
Muy buena critica. Puede que mas de uno reflexione sobre sus habitos, pero si de verdad eres un experto en la materia podrias incluir opciones saludables y sostenibles para ninos y mayores, para ponerselo un poco mas facil a los pocos que se preocupan por la sostenibilidad y salud.
Si quieres rigor cientifico lee el libro del Dr. Jason Fung by Timothy Noakes, THE OBESITY CODE.
Como siempre, los típicos listillos dando recomendaciones de salud sin el más mínimo rigor científico. Es decir, no tienen ni puta idea. Ni nombre, ni laboratorio, ni revista científica que lo avala. Patético.