Uno de los principales problemas de nuestro tiempo es la explotación intensiva de recursos energéticos limitados como pueda ser el carbón o el petróleo. Esta situación nos ha llevado tener que buscar formas de energía que, a diferencia de éstas, no se agotan y que conocemos bajo el nombre de energías renovables.
La energía renovable es, por tanto, la que se obtiene a partir de fuentes naturales capaces de regenerarse, por lo que son inagotables. Esta no es su única ventaja sino que, además, reduce las emisiones de gases de efecto invernadero, no produce residuos contaminantes y permite la autosuficiencia.
La geotermia es una de estas energías renovables y busca el aprovechamiento energético de la energía almacenada en forma de calor bajo la superficie de la tierra. Para ello se hace uso de bombas geotérmicas las cuales, conectadas a intercambiadores térmicos, pueden utilizarse para ceder calor al terreno y por tanto enfriar nuestras casas o ceder frío al mismo y por tanto calentar la vivienda.
¿Sabías que…?
Como puede verse en el gráfico, la energía geotérmica es fuente cuya demanda va en aumento. Sin embargo, como el resto de energías renovables, se enfrenta una vez más a los intereses financieros de diferentes empresas como pueda ser el caso de las grandes energéticas. Es por ello que encontramos una falta de incentivos para la investigación y el desarrollo y su aplicación a gran escala es muy complicada dada la inexistencia de tecnologías renovables baratas (salvo la eólica y pronto la fotovoltaica).
Como alternativa a todas esos recursos limitados, en Europa va tomando cada vez más fuerza la geotermia, o eso pudimos experimentar en el III Congreso Internacional de Madrid Subterra, donde diferentes empresas expusieron una serie de ideas que pretenden generar energía a partir del calor del subsuelo, ya sea en túneles, en aparcamientos o gracias a los trenes, e incluso, como son las geoestructuras que se emplean para este aprovechamiento.
A partir de medidas como estas se espera que Madrid pueda continuar desarrollando esta energía, que ha visto cómo en España desde 1990 se ha pasado de producir 4 ktep a los 19 que se produjeron en 2016. Sin duda, es una fuente en continuo crecimiento fruto de su rentabilidad y compromiso con el medio ambiente.
Para la consecución del logro de disponer de esta energía gracias al subsuelo, es necesaria una transición del modelo energético, para conseguir el desarrollo de nuevas tecnologías, menos contaminantes y que permitan un incremento de la autosuficiencia.
Durante el Congreso se explicaron diversas modalidades de aprovechamiento de energía subterránea:
• La bomba de calor que aprovecha el calor interno de la tierra para calentar el agua o enfriar, es decir, la geotérmica clásica.
• La recuperación del calor residual de las infraestructuras subterráneas, en las que se instala una bomba de calor que absorbe el frío o calor de la estación y recupera el calor de fuentes no convencionales, dentro de un proyecto colaborativo a nivel europeo.
• En garajes subterráneos por la recirculación del agua en tuberías de las paredes que consigue reducir el consumo en un 80% frente al método convencional y también mediante aprovechamientos geotérmicos.
• La empresa ENERES, expuso que el aprovechamiento a través de las infraestructuras de transporte almacenando el calor mediante esta tecnología y usando la energía térmica que expulsa como residuo.
• Por último, el Metro de Madrid, que describió el aprovechamiento de energía a través de trenes y usuarios del metro.
Esta última iniciativa llega con fuerza a la ciudad de Madrid, donde Metro ha decidido aprovechar la carga térmica interna existente proveniente de usuarios, iluminación, frenos de los trenes… que provoca con el transcurso del tiempo un incremento de la temperatura en tres proyectos que pretender hacer de la red una sistema autosuficiente o incluso, en algunos casos, abastecedor de energía:
• La instalación geotérmica en Pacífico, en marcha desde 2010.
• Las instalaciones geotérmicas en edificios singulares como Plaza Castilla y Cuatro Caminos.
• La refrigeración de estaciones mediante el aprovechamiento de la energía del subsuelo.
Sin duda, medidas innovadoras que nos siguen acercando a la autosuficiencia y que permitirán que, la mayor fuente de gasto energético de Madrid, como es el Metro, se autoabastezca energéticamente hablando, además de reducir sus emisiones.
Jaime García Martín
Daniel de la Morena de Navas
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