Fotografía: Franziska Ingold en Pixabay  

 

Lejos de lo que se suele pensar, la cosmética natural está al alcance de todos. Por regla general nos venden que estos productos son excesivamente caros, o al menos bastante más que los convencionales. Esto es real, estos productos superan en precio a los que consumimos frecuentemente, con siliconas, parabenos, testados en animales, con aromas y esencias artificiales. Estas diferencias de coste nos hacen alejarnos de ellos y directamente optar por otras opciones más baratas, independientemente de si son más beneficiosas tanto para el medio ambiente como para nuestra salud.

Al contrario de lo que creemos, su buen olor o su infinidad de ingredientes no quiere decir que nos vayan a funcionar mejor, lo que están haciendo es perjudicarnos.
Por ejemplo, en el caso de las fragancias; indiscutiblemente, una colonia o un perfume, cuanto mejor huela o cuanto más asequible sea más nos va a atraer, pero, ¿a que nunca te has parado a pensar en su forma de elaboración?, ¿y lo que realmente te estás echando en el cuerpo?

Otro de los casos serían los desodorantes, en concreto los aerosoles. Estos además pueden llegar a ser perjudiciales para nuestra salud. Es un tema muy debatido, ya que dos de los principales componentes de estos productos son los parabenos y las sales de aluminio. Existen estudios en los que se relacionaba el uso de estos desodorantes con el cáncer de mama, sin embargo, existen otros tantos que lo desmienten. Es indiscutible que los parabenos en contacto con nuestra piel no son algo saludable ni natural, ya que estas sustancias son disruptoras endocrinas, es decir, alteran el equilibrio hormonal.

Su uso frecuente se debe en gran parte a su bajo coste. No obstante, la legislación de la UE permite su uso en cosméticos como conservantes para alargar la vida del producto, siendo su máxima concentración 8 gramos de parabenos por kilo de producto, siempre que ninguna sustancia de este tipo se encuentre de forma individual en una concentración superior a 4 gramos por kilo, según manifiesta el Comité Científico de la Comisión Europea.

En cuanto a la cosmética natural, podemos encontrar multitud de opciones que pueden sustituir o incluso mejorar el fin que buscamos en la cosmética artificial. Basta con informarse un poco, acudir a centros especializados como farmacias, herbolarios, etc. o incluso puedes llegar a elaborarlos tu mismo. Seguro que la idea de elaboración propia te asusta o te echa un poco para atrás, pero hoy día hay infinidad de posibilidades para poder hacer con tus propias manos un jabón, mascarilla para pelo, cara o crema facial. Únicamente basta con informarse un poco e indagar para saber que estas elaboraciones son muy sencillas de conseguir en pocos minutos y con ingredientes que puedes tener en casa o puedes adquirir muy fácilmente.

Si quieres te ponemos un ejemplo: seguro que en casa tienes o has tenido una planta de aloe vera. Esta planta contiene múltiples beneficios y propiedades que puedes aprovechar. La puedes utilizar para la piel en diferentes casos; para curar quemaduras solares y cotidianas (cocinando, con un mechero, cerilla…), eccemas, etc. Para utilizarla lo único que tienes que hacer es cortar una hoja o una porción de ella y pelarla, extraer la sustancia que tiene en su interior, con textura gelatinosa y aplicarla tal cual. Esta regenera y calma la zona afectada y no puede ser más natural.

Otra idea que seguro te puede servir de ayuda son los exfoliantes caseros. Para su elaboración no necesitas grandes cosas, únicamente con azúcar/café y aceite ya tienes tu producto, que puedes usar tanto para la cara, manos, labios o cualquier parte del cuerpo.

Si por el contrario sigues sin ver muy clara esta opción, afortunadamente existen marcas de cosmética natural en las que puedes encontrar productos de muy buena calidad y con un precio razonable. Estas van siendo cada vez más conocidas, pues sus resultados son muy eficientes y encima estás contribuyendo con el medio ambiente y beneficiándote a ti mismo.

Y tú, ¿apuestas por la cosmética natural o prefieres la convencional?

Bárbara Borgia Royo

 

¿Estás interesado en participar en la transición hacia una alimentación más sostenible? Visita Comida Crítica.
Únete a las miles de personas que ya han medido su huella ecológica… y aprendido cómo hacerla más pequeña. Haz clic en este enlace, no te llevará más de un minuto.