Fotografía: Hans Brexmeir en Pixabay 

En todo el mundo, los plásticos representan el 85 % de la basura marina. Los residuos marinos que hoy en día están perjudicando seriamente a las playas y mares de Europa son los artes de pesca y productos de plástico de un solo uso (por ejemplo bastoncillos de algodón, cubiertos, pajitas…). A finales de mayo de 2018 la UE ha propuesto nuevas normas para reducir la basura marina, que se diferencian según el producto al cual se dirigen. En el comunicado de prensa de la Comisión Europea se afirma que se prohibirá la comercializacion de los productos de plastico de un solo uso cuando haya alternativas fácilmente disponibles y asequibles. Consecuentemente, la prohibición se aplicará a los siguientes productos: bastoncillos de algodón, los cubiertos, los platos, las pajitas, los agitadores de bebidas y los palitos de globos de plástico. Los recipientes de bebidas de un solo uso de plástico solo podrán comercializarse si sus tapas y tapones permanecen unidos a ellos.

Con respecto a los productos para los que no haya alternativas fácilmente disponibles (como los recipientes alimentarios y los vasos de plástico), los países miembros deberán reducir el uso. Los Estados están también obligados a alcanzar en 2025 un nivel de recogida de las botellas de plástico de un solo uso del 90 %.  Además, se ampliarán las obligaciones de los productores en tema de costes de gestión, limpieza de residuos y medidas de sensibilización.  En fin, algunos productos (compresas higiénicas, toallitas húmedas y globos) tendrán que llevar una etiqueta que informe el consumidor sobre el modo de eliminación de los residuos y el impacto ambiental negativo.  Pinchando este link, tienes una breve infografía hecha por la Comisión Europea sobre las nuevas normas UE para reducir los residuos marinos.

¿Qué ingeniosas alternativas se han desarrollado hasta ahora para reducir el consumo de plástico?

 

Agua que se come

Para disminuir el número de botellas de plástico que cada año acaban en los océanos, la Start-up Skipping Rocks (creada por el español Rodrigo García González y el francés Pierre Paslier) ha inventado el envase “Ooho!”. Este envase tiene forma de burbuja flexible y transparente, está hecho con un extracto de alga marina, es comestible, y se biodegrada en 4-6 semanas (como la fruta). Con Ooho! entonces, en vez de sorber, el agua se come.

Going Bananas

A la edad de solo 16 años Elif Bilgin gana el premio “Science in Action” organizado por el Google Science Fair. El nombre del proyecto, “Going Bananas”, ya nos deja imaginar de qué va el asunto. Elif invirtiò dos años para desarrollar un método de conversión de las cáscaras de banana en material sustituto del plástico. Después de muchos intentos, ha encontrado la fórmula perfecta: colocar las cáscaras en una solución de disulfito de sodio (un antioxidante) y luego hervirlas con pequeñas cantidades de glicerina, sosa cáustica y ácido clorhídrico.

Bolsas, vasos y platos con conchas de camarones

¿Por qué producir bolsas de plástico que tardan hasta mil años en descomponerse, cuando se pueden tener bolsas biodegradables igualmente resistentes hechas con conchas de camarones? A partir de los residuos de los camarones se puede obtener el quitosano, un polímero natural que, una vez procesado, se transforma en una película muy parecida al plástico. Para obtener el quitosano, primero se hierven las conchas en ácido para disolver el carbonato de calcio y luego se hierve la solución producida medio alcalino.

Entonces, hay muchas posibilidades de sustitución del plástico. Pero, para que sean comercializadas, no es suficiente inventar “algo nuevo”. Es necesario que el “algo nuevo” sea económicamente rentable y, sobre todo, apreciado los consumidores. Por ejemplo, ¿te gustaria “comer agua” de la botella-burbuja Ooho! ? O,  ¿piensas que la idea de reinsertar las cáscaras de bananas y camarones usándolas como materia prima para la producción del plástico es un buen ejemplo de economía circular?

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Benedetta Eleodori