Entradas

  • Entrada de agua
    El consumo de agua para las plantas varía mucho, en función de si tenemos solo unos pocos tiestos o un gran jardín. Una enorme ventaja es que no tiene que ser potable, por lo que determinados tipos de aguas ya usadas pueden reutilizarse para regar el jardín o la terraza.
  • Entrada de energía
    Las plantas no consumen energía comercial, a no ser que las cultivemos en un invernadero con calefacción. En realidad, las plantas verdes utilizan el proceso de la fotosíntesis para almacenar la energía solar en forma de compuestos orgánicos. Algunos de estos compuestos es lo que llamamos leña o madera, que podemos quemar para liberar así su energía química almacenada. Los combustibles fósiles no son más que materia orgánica procedente de la fotosíntesis de hace muchos millones de años. Lo que sí consume energía comercial son los riegos automáticos, cortacéspedes u otras herramientas para el mantenimiento de nuestras plantas.
  • Entrada de materiales
    Muy diversos: fertilizantes, herbicidas, etc.

Salidas

  • Salida de agua residual
    Las plantas no producen aguas residuales, en realidad las plantaciones se utilizan a veces como depuradoras de aguas residuales.
  • Salida de contaminantes atmosféricos
    Las plantas no solo no contaminan, sino que contribuyen a mejorar la atmósfera urbana: refrescan el aire, reducen las oscilaciones bruscas de temperatura e incluso absorben parte del exceso de CO2 que producimos.
  • Salida de residuos
    Los residuos orgánicos que producimos, como los restos de podas, pueden utilizarse como abono para las plantas en el jardín si los compostamos. Otros tipos de residuos pueden ser los envases de los productos que empleamos para cuidar nuestro jardín.
  • Flujos tóxicos
    Algunos tratamientos para las plagas de las plantas pueden ser tóxicos.
  • Ruido
    Las plantas en ventanas y balcones son una buena manera de reforzar el aislamiento acústico de las viviendas.