Entradas
- Entrada de agua
La demanda de agua en determinadas zonas de alta densidad turística plantea serios problemas de abastecimiento: en estos enclaves, el consumo de agua en temporada alta puede multiplicar por diez las cifras. Algunos usos del agua relacionados con el ocio, como piscinas y campos de golf, son grandes consumidores de agua. El problema es especialmente grave en zonas como el Sur y Levante de España, donde la disponibilidad de agua es limitada y se debe repartir con grandes extensiones de regadío.
Salidas
- Ruido
El ruido es uno de los impactos ambientales de las actividades de ocio especialmente molesto y nocivo. Se manifiesta en plena naturaleza, provocado por un uso inmoderado de música o de motos todo terreno, o en las zonas turísticas de alta densidad, donde la tranquilidad y el sosiego brillan por su ausencia en las zonas de copas o de esparcimiento callejero en general. - Impacto sobre el paisaje y la diversidad cultural y ecológica
Puede manifestarse de muchas formas. En un radio limitado, la excesiva presión de visitantes en un espacio natural, puede provocar daños al suelo, la vegetación y la fauna, por el mero pisoteo, la irrupción de vehículos, el encendido de hogueras en lugares no adecuados para ello, recolección de ejemplares para colecciones, abandono de basura, etc. En términos geográficos más amplios, la construcción densa de edificaciones hoteleras o segundas residencias, puede convertir paraísos naturales en sucursales de los barrios hacinados de las grandes ciudades.
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