Un año de pandemia
La aparición de la pandemia debida a la COVID-19 ha supuesto un cambio radical en nuestra forma de interactuar con el mundo y la gente que nos rodea.
Este cambio, por supuesto, ha afectado también a nuestras rutinas de trabajo.
Ante las fuertes restricciones en la movilidad impuestas por el estado de alarma y las limitaciones en la interacción con otras personas, las empresas tuvieron que modificar sus protocolos de funcionamiento, intentando que estos cambios afectarán lo menos posible al rendimiento de los empleados, sin dejar de ofrecer sus productos y servicios, y afrontando al mismo tiempo una bajada dramática de la demanda. Para las grandes empresas estos cambios han exigido un esfuerzo enorme, pero para las pymes y los autónomos el esfuerzo ha sido titánico.
Las consecuencias derivadas de la nueva normalidad, como se denominó a la situación tras el confinamiento forzoso entre los meses de marzo y junio de 2020, han sido analizadas desde un punto de vista económico, sanitario, social y político. Pero son muy pocos los estudios realizados desde un punto de vista medioambiental.
Un aporte para las pymes y autónomos
Durante 2020, Fundación Vida Sostenible, con el apoyo de la Dirección General del Trabajo Autónomo, de la Economía Social y de la Responsabilidad Social de las Empresas, perteneciente al Ministerio de Trabajo y Economía Social, ha llevado a cabo el estudio “Consecuencias medioambientales de la nueva normalidad debida a la COVID-19 en las pymes y autónomos”.
El proyecto
En él, Fundación Vida Sostenible ha realizado un análisis comparativo del desempeño medioambiental de la actividad de varias pequeñas empresas de diferentes sectores antes de la pandemia y después del estado de alarma.
Aplicando la metodología del Análisis de Ciclo de Vida se han calculado los impactos ambientales y emisiones asociados a las actividades de cada empresa.
A partir de los resultados obtenidos podemos concluir que la implantación del teletrabajo, la reducción de los viajes y la implantación de la venta online han supuesto una reducción muy importante de múltiples impactos ambientales y, por tanto, una mejora muy significativa en el desempeño medioambiental de la empresas.
El estudio técnico
El estudio se ha realizado aplicando el análisis del ciclo de vida (ACV) para el cálculo de los principales impactos ambientales de la actividad de tres pymes durante la “nueva normalidad” y antes de la aparición de la COVID-19. A partir de los resultados obtenidos en los seis ACV se ha redactado el estudio comparativo del desempeño medioambiental de las empresas antes y después de la implantación de la “nueva normalidad” por la aparición de la COVID-19.
El estudio se ha realizado aplicando la normativa ISO 14040 y calculando los impactos ambientales según se especifica en el indicador Huella Ambiental promovido por la Comisión Europea.
El detalle de los resultados del estudio se puede encontrar en el informe “Consecuencias medioambientales en las pymes de la nueva normalidad debido a la COVID-19” publicado por FVS.
Guía de buenas prácticas COVID-19
A partir de las conclusiones alcanzadas con este estudio se ha redactado una Guía de Buenas Prácticas para pymes y autónomos en la que se plantean medidas cuya implementación supondría la reducción de las emisiones y los impactos ambientales de las actividades realizadas por las empresas. La “Guía de buenas prácticas para pymes y autónomos. Veinte medidas para reducir el impacto ambiental de tu actividad en tiempo de pandemia” propone medidas considerando que muchas de las nuevas prácticas aplicadas por las pymes tras el estado de alarma han venido para quedarse, ya que la nueva normalidad va a suponer un cambio radical en la forma de trabajar de las empresas. Este es el objetivo final de la Guía, adaptar nuestro mensaje de mejora del desempeño medioambiental, en este caso para las pymes y autónomos, a la nueva realidad a la que nos enfrentamos.
La mejora del desempeño ambiental es una oportunidad de acercarnos a los Objetivos de Desarrollo Sostenible aumentando el compromiso en su cumplimiento. Como afirma una de las principales conclusiones del primer estudio de Impacto de la COVID-19 en las prioridades de la RSC/Sustentabilidad y en el rol de sus profesionales, elaborado por la Asociación Española de Directivos de Responsabilidad Social (DIRSE) y la Firma de Servicios Profesionales EY:
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) también tendrán una mayor relevancia tras la COVID-19. En este sentido, el 91% de los profesionales encuestados considera que aumentarán las alianzas externas para alcanzarlos y más de la mitad reconoce que su área ha adoptado medidas diferentes para cumplirlos. La encuesta revela que tras el virus las empresas están contribuyendo especialmente a los ODS de salud y bienestar; educación de calidad; igualdad de género; trabajo decente y crecimiento económico; industria, innovación e infraestructuras; producción y consumo responsables; acción por el clima y alianzas para lograr los objetivos.
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