Regular la temperatura
Ya tengas una única estufa o un pequeño acondicionador de aire, o bien un sistema completo de calefacción central, lo fundamental es regular adecuadamente la temperatura cumpliendo algunas pautas.
Calefacción
- No subas la calefacción a más de 21ºC. Es la recomendación para obtener las condiciones de confort adecuadas según el Código Técnico de la Edificación. Además, por cada grado que subas, se usa un 5% más de energía.
- Apaga la calefacción por la noche. Durante las horas de sueño estás arropado y caliente. Si no es el caso y la vas a dejar encendida, reduce la temperatura.
- Evitar encenderla y apagarla constantemente. El mayor uso de energía se produce cuando se enciende la caldera. Si la vas a apagar para encender al poco rato es mejor que bajes la temperatura y la dejes encendida.
- No mantener las puertas y ventanas abiertas con la calefacción encendida. Si vas a ventilar mejor hazlo antes de encender la calefacción y no más de 10 minutos.
- Aísla bien los marcos de ventanas y puertas.
- Si tienes termostato, controla bien la temperatura y programa las horas. Intenta mantener la temperatura estable.
- Tanto si estás diseñando una instalación de radiadores fijos para tu casa, como si tienes estufas u otros elementos de calefacción portátiles, sitúalos debajo de las ventanas. Distribuirán mejor el calor con menos energía.
- No cubras los radiadores.
- Recuerda, un buen mantenimiento de los equipos (caldera, radiadores, estufas,etc) aumenta su rendimiento y vida útil.
- Extrae el aire de los radiadores una vez al año.
- Bajar las persianas durante la noche. Esto evitará que se escape el calor de la casa.
Refrigeración
- No bajes la temperatura más allá de los 25ºC. Son las recomendaciones institucionales y piensa que, por cada grado que disminuyas estarás aumentando en aproximadamente un 5% el gasto en energía.
- Evita las corrientes de aire a diferentes temperaturas que hagan disiparse el frío. Lo mejor es ventilar por la noche o de madrugada cuando las temperaturas son más bajas.
- Igual que con la calefacción, no hay que ventilar con la refrigeración encendida.
- Baja las persianas durante las horas de mayor temperatura. Esto evitará que entre el calor y facilitará la climatización.
- Si tienes otros elementos de sombra como toldos o cortinas, usalos. En verano los rayos del sol entran por la ventana y se genera un efecto invernadero que eleva mucho la temperatura interior.
- Las plantas son excelentes climatizadores, especialmente en verano. El agua que evaporan contribuye a refrescar el ambiente.
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