Cada día son más las personas que prestan atención a los cosméticos que se aplican sobre la piel y deciden hacer el cambio a cosméticos más respetuosos con la salud y el medio ambiente. La seguridad química es una preocupación creciente del consumidor. Un informe del año 2015 del Grupo de Trabajo Medioambiental sin ánimo de lucro de Estados Unidos (EWG) afirma que las personas utilizan 9 productos de cuidado personal todos los días que pueden llegar a contener hasta 126 ingredientes químicos. Dichas sustancias químicas causan preocupación y entre ellas se encuentran los disruptores endocrinos que son capaces de alterar el sistema hormonal del organismo y generar una actividad defectuosa.
Ante esta realidad durante los últimos años, se ha generado una tendencia en aumento de mujeres y hombres que crean sus propios cosméticos en casa, incluso con ingredientes que utilizan diariamente para comer.
¿Cuáles son los principales ingredientes para elaborar un cosmético en casa?
Los productos de belleza caseros pueden ser fáciles de elaborar y en muchas ocasiones los diferentes cosméticos comerciales cuentan con ingredientes similares. Entre los más conocidos destacan:
Aloe vera
El gel de aloe vera contiene una gran cantidad de aminoácidos, minerales y vitaminas que benefician tanto a la piel como al cabello. Los efectos refrescantes del aloe lo convierten en un gran aliado para las quemaduras solares, pero también es excelente para humectar la piel, calmar el cuero cabelludo con picazón, calmar el acné inflamado o la piel decolorada.
Aceites esenciales
Los aceites esenciales son extractos de plantas obtenidos a través de la destilación de las flores, hojas y semillas. Se utilizan en la aromaterapia para ayudar a relajar y crear un ambiente favorable, pero también cuentan con propiedades beneficiosas para la piel. Los aceites esenciales puros contienen principios activos de las plantas en concentraciones muy altas por lo que solo se necesitan unas pocas gotas para beneficiarse de sus propiedades.
Entre los más conocidos destacan el aceite esencial de lavanda que cuenta con propiedades regeneradoras y antiinflamatorias, el aceite esencial de limón que ayuda a purificar y limpiar las pieles grasas o el aceite esencial de árbol de té que cuenta con propiedades bactericidas y antisépticas.
Nota sobre los aceites esenciales: es importante manipularlos con cuidado y prestar atención al modo de empleo que recomienda cada laboratorio, ya que no son alimentos ni condimentos y un mal uso podría ser perjudicial para la salud.
Aceite de Oliva
Rico en vitaminas, incluidas A, D y K, así como vitamina E. El aceite de oliva es un gran antioxidante, por lo que ayuda a prevenir y revertir el daño causado por la radiación ultravioleta y los radicales libres. Además, el aceite de oliva es ideal para ayudar a hidratar y regenerar la piel.
Yogur
El yogur contiene ácido láctico que ayuda a disolver las células muertas de la piel. Esta exfoliación suave no solo ayuda a crear un brillo natural y evitar brotes, también ayuda a disminuir la aparición de líneas y arrugas. Cuando se aplica tópicamente sobre la piel ayuda a hidratar, combatir el acné, prevenir el envejecimiento prematuro, aliviar las quemaduras solares y reducir la decoloración.
Avena
Además de ser rico en proteínas y fibras, la avena también está repleta de grasas saludables y antioxidantes que hidratan la piel. A menudo utilizada en limpiadores suaves, la avena exfolia la piel muerta mientras que sus saponinas naturales trabajan para limpiar y absorber la suciedad y el aceite. Es un antiinflamatorio natural que también equilibra el pH de la piel, asimismo la avena orgánica es un gran calmante que habitualmente se suele utilizar durante el baño para ayudar a calmar la picazón y la irritación.
Sal
Si bien es excelente para la limpieza y exfoliación, las sales naturales también pueden proporcionar una dosis de vitaminas y minerales a la piel. Los baños y exfoliantes de sal permiten al cuerpo absorber estos nutrientes a través de la piel, así como mejorar la circulación y el tono.
Cómo elaborar los cosméticos en casa
A la hora de combinar los ingredientes es importante saber con qué clase de piel se cuenta y qué cosmético se quiere elaborar. Desde el hogar se pueden crear mascarillas, exfoliantes y sencillos sérums con ingredientes cotidianos como el huevo, yogur, miel o azúcar. Los sérums se pueden elaborar diluyendo con cuidado algunas gotas de aceite esencial en un aceite portador como el aceite de oliva, aceite de almendras dulces o aceite de girasol ecológico.
Es importante recordar que los aceites esenciales son productos muy concentrados por lo que es suficiente mezclar 20 gotas de aceite esencial (se pueden mezclar diferentes aceites esenciales) en 100ml de un aceite portador. Es esencial no superar estás medidas para evitar dañar o irritar la piel.
Asimismo, también se pueden elaborar cosméticos más complejos desde el hogar como cremas con un tacto más untuoso, donde será necesario incluir aceite de coco, manteca de karité o cacao para obtener espesor.
Sin embargo, al realizar los cosméticos, no solo es importante seleccionar los ingredientes adecuados para cada clase de piel, también es imprescindible adoptar una correcta rutina para prolongar el tiempo de conservación y prevenir que se deterioren rápidamente:
1. Esteriliza las herramientas y las manos Independientemente de que se esté preparando una máscara facial para utilizarlo de inmediato, o un ungüento o bálsamo que se utilizará durante meses, es importante esterilizar tanto las manos como las herramientas que se van a utilizar para asegurarse de que ninguna bacteria termine en los productos y los contamine.
2. Almacena los cosméticos caseros adecuadamente Es importante guardar siempre los cosméticos en lugares oscuros y frescos. La mayoría de los aceites e ingredientes naturales se oxidan al contacto con el sol y pierden su efectividad. Algunos de ellos, incluso se pueden volver rancios por lo que lo ideal sería usar un recipiente opaco y hermético.
3. ¿Envase pequeño o grande? Las máscaras, limpiadores o cualquier otro cosmético que contenga ingredientes frescos no durará más de 2-3 días, incluso si se almacena en el frigorífico. Por lo tanto, si se trata de un producto compuesto por ingredientes perecederos se deben realizar lotes pequeños para usarlo de inmediato y evitar almacenarlo durante demasiados días. Una conservación incorrecta puede llegar a conducir a la producción de bacterias o mohos sobre todo en preparaciones que contengan agua.
4. ¿Conservantes naturales o antioxidantes? Al decidir qué conservante es el más apropiado para el cosmético hay una pregunta que se debe hacer: ¿hay agua en mi formulación? Si la respuesta es negativa, entonces un antioxidante será suficiente para evitar que el cosmético se vuelva rancio. Los antioxidantes más utilizados son la vitamina E y el extracto de romero (que ayuda a perfumar el cosmético). Agregarlos a los productos retrasará el proceso de oxidación, pero, además también son útiles para la piel. Sin embargo, en los casos donde hay agua en la formulación se debe optar por un conservante natural donde destacan los aceites esenciales como el árbol del té, tomillo o neem. No cubren un amplio espectro de bacterias, pero ayudan a prolongar la vida útil de los cosméticos elaborados en casa.
Realizar cosméticos en casa no solo es económico, también puede ser beneficioso para la piel. La principal ventaja es la oportunidad de crear cosméticos personalizados que, realizando un pequeño estudio de los ingredientes, pueden cubrir las necesidades de cada clase de piel.
A. Anabitarte Uriz
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