Fotografía: Photo by Pixabay
Roma es una de la ciudades más bellas del mundo. Bueno, dado que es la ciudad donde nací, puede que sea un poco parcial, pero hay que reconocer que Roma es una ciudad con un patrimonio artístico y cultural enorme, con monumentos que van desde la época de los antiguos romanos, al Renacimiento, hasta la época contemporánea.
Una ciudad que sola abarca casi tres mil años de historia.
¿Cómo disfrutar al máximo de tus vacaciones en la ciudad eterna?
Camina
Ya sé que, sobre todo en verano, ir a todas partes caminando parece una idea peligrosa. Pero te aseguro que no te arrepentirás. Sobre todo en el casco histórico, en cada rincón y en cada calle hay algún monumento o iglesia que te puede sorprender. Para mí, creo que no hay manera mejor de visitar una ciudad.
Si estás visitando Roma en verano, andar bajo el sol puede ser un desafío no al alcance de todos. Pero puedes aprovechar para hacer paradas en los bares o cafeterías tradicionales y pedir un café o una refrescante grattachecca (una bebida romana muy típica en verano hecha con hielo picado, jarabes de diferentes tipos y trozos de fruta).
Prueba los productos alimenticios tradicionales
Si vas a Roma, no puedes dejar de probar los platos típicos de la tradición. Aunque te guste mucho en tu país comer en un Burger King o 100 Montaditos, no creo que hayas recorrido tantos kilómetros para comer exactamente las mismas cosas que ya tienes en tu ciudad. Además, te aseguro que si te alejas un poco del centro, los precios de un plato de pasta amatriciana o carbonara difícilmente serán más de 8 euros. Comiendo platos típicos de la cocina romana no sólo probarás los sabores verdaderos de nuestra tierra, sino también ayudarás a las empresas locales y a los mercados “kilómetro cero” de nuestra región.
Si quieres llevar a tus amigos algo típico de Roma, te aconsejo dar un paseo por el famoso mercado de Campo dei Fiori, donde se venden principalmente productos alimenticios de la tierra. Este mercado debe su nombre al hecho que hasta el año 1400 esta área estaba ocupada por huertos con flores (fiori). Hoy se erige aquí la estatua de Giordano Bruno, matemático y astrónomo italiano que fue quemado por la Inquisición justo en esta plaza por sus teorías progresistas en el campo cosmológico y teológico.
No tires la basura por la calle
Ahora que estoy viviendo en el extranjero, una de las preguntas que me hacen más a menudo es: “Es verdad que Roma está sucia?”. Desafortunadamente, nuestro ayuntamiento está teniendo varios problemas ahora mismo en gestionar este tema y yo no puedo más que contestar a regañadientes con un: “sí”.
Pero, así como nosotros habitantes de Roma podemos elegir que papel desarrollar para que nuestra amada ciudad salga de esta crisis (por ejemplo reciclando, reduciendo los residuos, etc…), también tú puedes elegir que tipo de turista quieres ser. Al final, no creo que cueste mucho guardar el papel de tu bocadillo en el bolso y esperar para el próximo cubo de basura.
Rojo, ¿cruzo o no cruzo?
En Roma tenemos una forma de conducir un poco agresiva, lo admito. Una vez estaba conduciendo mi coche con un amigo de Estados Unidos sentado a mi lado, que estaba tan asustado por mi forma de conducir, que yo tenía miedo de que se tirara por la ventanilla en algún momento.
También los peatones han desarrollado una forma un poco “agresiva” de caminar.
A veces, para que los coches se paren y los peatones consigan cruzar, la táctica es “echarse” poco a poco en el medio de la calle.
Otra cosa que solemos hacer mucho a menudo es cruzar cuando el semáforo está en rojo, pero solo y cuando no hay coches alrededor o están muy lejos.
He visto a muchos turistas intentar homologar este comportamiento romano, causando a veces situaciones de riesgo. La diferencia está en que, mientras nosotros llevamos años y años de “duro entrenamiento” para cruzar de esta forma, los pobres turistas no están acostumbrados a esta forma de “paseo violento” y no saben muy bien cómo hacerlo.
Si no estás seguro y no quieres arriesgarte, cuando el semáforo está en rojo, para, haz un par de fotos (seguro te encontrarás algún monumento o edificio barroco por allí) y cuando se cambie a verde, sigue.
Sabrina 2017
“Sabrina 2017”. Una turista francesa de 45 años ha venido a Roma y no se le ha ocurrido nada mejor que escribir su nombre y la fecha de su viaje en un pilar del Colosseo. Y no es la única. En 2014 un turista ruso de 42 años grabó una enorme K, la inicial de su nombre, en el ya suficientemente maltratado Anfiteatro Flavio. Tristemente, hay muchísimas otras historias de este tipo. Este tipo de personas no son turistas, sino mejor dicho, “criminales turísticos”; y son afortunadamente solo una muy pequeña parte del turismo que recibimos.
Así pues, para ser un turista sostenible, lo mínimo es guardar un poco de respeto para los magníficos monumentos de nuestra ciudad, para que también tus hijos, según la idea del “pacto intergeneracional”, puedan seguir admirando estos increíbles prodigios arquitectónicos.
Espero que con estos pequeños consejos puedas disfrutar al máximo de tu permanencia en la ciudad eterna, que será más que feliz de acogerte en sus barrios históricos, en sus rincones secretos y en su laberinto de increíbles calles estrechas, por donde pasearon personajes como Giulio Cesare, Nerone, Michelangelo Buonarroti, Alberto Sordi y Pasolini.
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