Acaba de aparecer la Guía voluntaria sobre sostenibilidad para empresas cotizadas (que colocan sus acciones en mercados de valores), de BME (Bolsas y Mercados Españoles), se puede descargar aquí. Pertenece a la iniciativa mundial Sustainable Stock Exchanges, SSE, mercados de valores sostenibles.
Es algo así como la cuadratura del círculo: ¿se puede ganar dinero haciendo las cosas de manera sostenible, es decir, buena para la economía, la sociedad y el medio ambiente? Pues parece que sí, demuestra esta interesante Guía. Las empresas cotizadas, que suelen ser enormes, tienen siempre el aliento de los inversores en el cogote: si los inversores no ven ganancias en el horizonte, huyen cual tímidas gacelas llevándose el dinero. Por eso es tan interesante su camino hacia la sostenibilidad. Aquí hemos traducido sus diez pasos fundamentales a un lenguaje más llano que tal vez pueda servir para entidades más pequeñas.
Paso 1: Cambiar la cultura de la organización: los asuntos de la sostenibilidad no solamente no son secundarios, sino que son fundamentales, están en el centro de las preocupaciones de la entidad y son responsabilidad de la altísima dirección. O más bien deben ser asumidos por todos los trabajadores de la empresa, que deben implicarse emocionalmente con ellos.
Paso 2: Preguntar y estudiar. Las preguntas principales deben ser: “qué debemos cambiar para ser sostenibles (es decir, ganar dinero, servir a la sociedad y no ensuciar el planeta). Para ello, los documentos internos y las entrevistas a los grupos de interés deberán ser analizadas a fondo.
Paso 3: Hay que concretar, dejarse de vaguedades. De los problemas detectados en el paso 2, habría que seleccionar los asuntos importantes, más de 3 y menos de 9. Es decir, los que afectan de lleno a los ingresos de la organización y a su reputación.
Paso 4: Decir en público, alto y claro, mejor todavía por escrito, lo que quiere hacer la entidad para acercarse a la sostenibilidad.
Paso 5 – Poner gente a trabajar a tiempo completo en el asunto. El “Comité de sostenibilidad” o como se quiera llamar, por ejemplo “facilitador de sostenibilidad” tendrá poder real para cambiar las cosas.
Paso 6 – ¿Todo va encajando, o casi todo es un desastre? Hora de comprobar si la nueva manera de trabajar es viable, si está cambiando de verdad la cultura de la empresa y si podrá lograr el triple objetivo (financiero, social y ambiental).
Paso 7 – Es necesario calmar a los inversores y ponerlos a trabajar con una pregunta básica: ¿cómo hacer las cosas bien y seguir ganando dinero?. Se debe hacer lo mismo con los demás grupos de interés, variando la pregunta básica. Habrá que darles información sobre el punto en que está la entidad en su camino hacia la sostenibilidad, expresado mediante datos comparables y objetivos.
Paso 8 – Ahora sí: ya se puede publicar y desarrollar la política de sostenibilidad de la organización. Ahora todo tiene que ser coherente: los sistemas de retribución de los empleados, las pautas de abastecimiento de recursos, los objetivos a alcanzar, etc.
Paso 9 – Llega la hora de redactar los manuales operativos, cambiar los procesos que haya que cambiar, diseñar baterías de indicadores. Incluyendo la gestión del día a día y la gestión general, desde la nueva política de proveedores a la nueva gama de color de las paredes.
Paso 10 – Bombo y platillo. Llega la hora de publicar informes de sostenibilidad, anunciar a todo el mundo lo que se está haciendo y lo que se va a hacer. Deben ser (los informes) concisos, claros y asertivos, sin usar argot más de los estrictamente necesario. Tampoco conviene usar cortinas de humo, como establecer objetivos para el 0,1% de los productos a cumplir en el año 2087.
En general, el artículo se refiere a los inversores, que pueden apostar por una empresa o por otra, colocando su dinero o retirándolo según se cumplen o no sus expectativas de beneficio. El mecanismo puede ser comprar o vender paquetes de acciones y hacer subir o bajar su precio. Aquí hay algunos ejemplos de como los inversores «apuestan» por una empresa o por otra. http://www.expansion.com/mercados/2017/01/08/58728e4b22601d58298b4576.html . La idea general del artículo es si es posible hacer las cosas de manera sostenible en una empresa y al mismo tiempo seguir recibiendo este apoyo de los fondos de inversión. Gracias por comentar.
Un saludo,
Jesús Alonso
Hay algo que no entiendo en el razonamiento. Se dice que «Las empresas cotizadas tienen siempre el aliento de los inversores en el cogote: si los inversores no ven ganancias en el horizonte, huyen cual tímidas gacelas llevándose el dinero». Los accionistas de una empresa pueden vender sus acciones (a otra persona o entidad que las compra) pero eso no significa retirar dinero de la empresa; simplemente esas acciones cambian de propietario. Si muchos quieren vender, el precio de la acciones bajará, pero eso no significa que la empresa tenga que devolver dinero a los accionistas. Agradecería una aclaración a esto. ¿A quién se refiere el artículo cuando habla de «inversores»? ¿Es lo mismo «inversores» que «accionistas»?