No es una nave espacial, sino una bicicleta capaz de alcanzar los 140 km/h. International Human Powered Vehicle Association (IHPVA).

Pasada la etapa de las elucubraciones, ahora ya se están viendo unas cuantas soluciones concretas para el mundo post-covid, es decir maneras de funcionar que impliquen a la vez “distancia social”. Es el Mundo Cápsula, en el que todos tendremos una especie de caparazón virtual o real que nos permitirá interactuar con nuestros congéneres pero sin contagiarles ni ser contagiados por ellos. Al menos hasta que llegue la vacuna.

Por ejemplo:

La bicicleta es una gran solución
Todas las ciudades del mundo están volviendo la mirada a la bicicleta, que se ha revelado como la gran solución al problema de la movilidad urbana. La bicicleta es un vehículo individual perfecto para distancias hasta 25-30 km. Puede usarse en sistemas públicos municipales o de manera privada. Quien dice bicicleta dice también triciclos, cuadriciclos y en general vehículos ultraligeros urbanos, movidos por el propio usuario y por pequeños motores eléctricos. Un enjambre de estos vehículos puede transportar a muchas personas con una ocupación de espacio inferior a la que supondría moverlos en coche privado.

 

Un poco de ciencia-ficción
Los coches voladores llevan un siglo de fracasos. El modelo de un avión en cada garaje nunca ha funcionado, ni siquiera en los opulentos Estados Unidos. Pero ahora tenemos cosas que no existían entonces, como materiales extremadamente resistentes y ultraligeros, motores eléctricos muy eficientes y sistemas automáticos de guiado muy seguros. Supongamos que las bicicletas levantan el vuelo, utilizando varios micro-rotores para proporcionar sustentación. Hay cientos de proyectos de cápsulas voladoras ya en marcha explorando este concepto. La gran ventaja del sistema es disponer del enorme espacio tridimensional aéreo, en lugar de verse constreñido al estrecho carril bidimensional de calles y carreteras.

 

Enjambres de drones
Las furgonetas de reparto seguirán llevando las cargas pesadas algún tiempo, pero las ligeras son cosa ya de los drones. Enjambres de drones se encargarán del menudeo del transporte. Las compras cotidianas se harán a distancia, pero no rellenando casillas en un formulario web, sino guiando al dron por los pasillos de los supermercados y las estanterías de las tiendas. Los drones terrestres harán lo mismo pero sobre ruedas.

 

Vacaciones en Bélgica
La Libre Belgique avisa a sus lectores de una posibilidad muy real: pasar las vacaciones en su propio país. Inmediatamente acude a la mente el caso de su país vecino. ¿Será posible hacer lo mismo en Holanda, un país con más de 400 habitantes por kilómetro cuadrado y llano como la palma de la mano? Los españoles pueden suspirar aliviados: incluso reducida a su parte peninsular, nuestro país es grande y muy variado, con contrastes tan fuertes como los que se pueden encontrar viajando de Finisterre al cabo de Gata. Claro que el concepto puede ser “vacaciones de corto radio”, por ejemplo 100 km desde nuestra casa como máximo. Entonces la cosa cambia si vives en Valladolid o vives en Oviedo.

 

Petróleo bajo mínimos
“Llévate el barril (159 litros) y te doy además 37 dólares”. Esta alucinante conversación se pudo oír ayer en el mercado de crudos estadounidense. El problema es que la gente no coge el coche, por lo que la demanda de gasolina y gasoil y por lo tanto de su materia prima es mínima. Las existencias de petróleo se acumulan sin salida, así que ayer llegaron a pagar para que se las llevasen, algo inaudito en los casi dos siglos que lleva funcionando el mercado petrolero. No se sabe lo que pasará dentro de unos meses en este mercado, pero el 20 de abril de 2020 pasará a los libros de historia. Es una especie de tabú que se ha roto, el de la economía mundial siempre mirando medrosa los precios del crudo.

 

Aerolíneas high cost
Parte de la explicación de la caída de los precios del petróleo es que los aviones de pasajeros se han quedado en tierra. Las aerolíneas están barajando soluciones para volver a volar cuanto antes. Emirates hace test rápidos de coronavirus a sus pasajeros. Otras aerolíneas plantean reducir el aforo de sus aviones a la mitad o dos tercios. También se podrían usar minicamarotes individuales, como ya existen en las grandes clases de algunas compañías. De una u otra forma, el concepto de avión comercial “low cost” repleto de pasajeros sin espacio apenas ni para respirar tardará algún tiempo en volver a ponerse en práctica.