A la hora de comprar y renovar este tipo de aparatos hay que tener en cuenta que estos pueden contener materiales raros o difíciles de obtener, residuos que no siempre son fáciles de reciclar o que requieren de derivados del petróleo. Por ello, es importante pensar bien a la hora de adquirirlos y considerar ciertos aspectos como los ejemplos que ponemos a continuación.
El tamaño más adecuado, por ejemplo en una TV
La distancia a la que veremos la TV nos dará una regla del tamaño adecuado del aparato. Un receptor de 28 pulgadas a un metro de distancia puede resultar agobiante, mientras que uno de 14 a cinco metros dará una imagen muy pequeña. Se suele considerar que la distancia adecuada para ver la TV es la diagonal de la pantalla multiplicada por 4 o 5. Actualmente, existe una tendencia hacia receptores de mayor tamaño, con formato 16:9 y una serie de artilugios añadidos que también consumen electricidad (descodificadores, routers, etc.).
El consumo de energía se incrementa proporcionalmente al tamaño de la pantalla, pero un equipo que proyecta la imagen sobre la pared puede ser del tamaño que se quiera con el mismo consumo de electricidad. Si el tamaño de la pantalla es menos importante, las televisiones más eficientes desde el punto de vista energético son los modelos de LED de pantalla plana.
El modelo más economizador de energía, por ejemplo, a la hora de elegir un aspirador
Aunque desde 2018 dejó de ser obligatoria, los aspiradores siguen llevando la etiqueta energética que nos indica la eficiencia de este aparato, es decir, la relación entre la prestación de sus funciones y la cantidad de energía que necesita para realizarlas. Así, si buscamos que la eficiencia sea alta, se refleja en que la etiqueta energética se aproxime a la letra A o a la A+++. Con esto lo que conseguiremos será consumir menos energía con los consecuentes ahorros de energía y sus costes asociados.
Además, en el etiquetado de las aspiradores también encontraremos información sobre la cantidad de ruido que hacen, y el rendimiento sobre diferentes superficies como pueden ser una alfombra o un suelo duro o la remisión del polvo, es decir, la cantidad de polvo que se escapa de la aspiradora cuando expulsa el aire. Aquí puedes ver la descripción de una de estas etiquetas.
Pero la aspiradora no es el único aparato que lleva estas etiquetas. Algunos electrodomésticos como frigoríficos y lavadoras tienen obligación de llevarla. Otros no, pero eso no quiere decir que no haya diferencias entre aparatos de la misma eficiencia. Para estos, puedes buscar información en las fichas técnicas del aparato, preguntar al fabricante o en el punto de venta. Un ejemplo de ello son los ordenadores.
El consumo de los ordenadores depende mucho del número de componentes, potencia de cada uno y del uso que se le dé. Un ordenador cuanto más potente más rápido, pero también tiene un mayor consumo. Por ello es importante adecuar la compra de un ordenador a nuestras necesidades. El monitor puede llegar a ser la parte del ordenador personal que más energía consume, más cuanto mayor sea. Al igual que las pantallas de televisión, los monitores pueden mejorar la eficiencia si tienen pantallas LED u OLED.
Ten en cuenta que los ordenadores de mesa pueden consumir más si están enchufados a la red constantemente. Acuérdate de desenchufarlo o apagar la regleta (si es que lo tienes enchufado a una regleta con interruptor). En cualquier caso, los portátiles están diseñados para ser más eficientes.
Además, aunque no tengan la etiqueta obligatoria derivada de las políticas europeas, sí que podemos encontrar otras indicaciones que nos darán pistas de su eficiencia. Así que no te olvides de buscar logotipos de garantía de ahorro de energía como:
- Etiquetas Energy Star: la nueva generación de ordenadores eficientes incluye la Etiqueta Energy Star (para equipos informáticos) de la Agencia de Medio Ambiente estadounidense con información, noticias y listas de productos. Además los equipos Energy Star tienen la capacidad de pasar a un estado de reposo transcurrido un tiempo determinado en el que no se haya utilizado el equipo. En este estado (modo de baja energía) el consumo de energía es como máximo de un 15% del consumo normal.
- EPEAT es una herramienta de evaluación ambiental de productos electrónicos que valora el impacto medioambiental de un producto en función de 51 criterios ambientales, como por ejemplo sus posibilidades de reciclaje, la cantidad de energía que consume y la manera de diseñarlo y fabricarlo. Además estos productos están clasificados en tres niveles ambientales: Gold, Silver y Bronze.
- 80 PLUS es un certificado de eficiencia energética para las fuentes de alimentación de ordenadores de sobremesa. Al igual que EPEAT también tiene tres niveles: Gold, Silver y Bronze. Una fuente de alimentación 80-plus puede ser de un 78 a un 98% más eficiente.
- Etiqueta Ecológica Europea (EEE): esta etiqueta nos ayuda a identificar aquellos productos que tienen un bajo impacto durante su ciclo de vida.
- TCO certified: esta etiqueta es parecida a la EEE pero se extiende también a su proceso de fabricación, ambiente de trabajo o salud y seguridad socialmente responsable.
El tipo de consumible como, por ejemplo, en las impresoras
A la hora de elegir una impresora, podemos elegir si la queremos de inyección de tinta o láser. El tipo de consumibles que usen afectan tanto a su funcionamiento como a la generación de residuos. Mientras que la impresora de inyección de tinta en color ofrece unas cifras de consumo eléctrico razonables (aunque con un consumo en espera disparado), la impresora láser color de pequeño tamaño es una auténtica devoradora de energía. Esto es debido a la propia tecnología láser, que necesita calentar el tambor hasta cerca de los 200 grados para fijar el tóner al papel. El resultado es un consumo realmente elevado, a pesar de que, a cambio, tarde menos y ofrezca mejor calidad.
En cuanto a los residuos, las impresoras de tinta generan menos. Eso sí, es importante que sean depositados en contenedores para ellos en tiendas, centros comerciales, grandes superficies o en puntos limpios para que sean recargados o reciclados.
Y en general, ten en cuenta tus necesidades
Aunque lo digamos al final no por ello es menos importante. Ser consciente de nuestras necesidades y para qué vamos a usar cada aparato es muy importante.
A veces tendemos a acumular aparatos eléctricos y electrónicos que gastan electricidad o pilas. Pero, ¿es necesario que tengamos un molinillo de pimienta eléctrico?, ¿un cuchillo eléctrico?, ¿una tostadora?, ¿un exprimidor eléctrico?, ¿una batidora de mano, una de vaso, un procesador de alimentos y un robot de cocina?
Sabemos que hay veces que la respuesta a estas preguntas es sí. Pero también hay muchas veces que lo hacemos pensando en facilitarnos la vida y, en realidad, nos la estamos complicando acumulando aparatos que nos hacen gastar más dinero en electricidad, ocupan espacio y luego hay que encargarse de su correcta disposición cuando se acaba su vida útil. Si en vuestra casa hacéis cuatro zumos de naranja diarios para desayunar y vais con prisa, pues es lógico pensar en tener un exprimidor eléctrico. Pero si haces alguno cada cierto tiempo, ¿por qué no quedarse con un exprimidor manual, más barato, más eficiente y más pequeño?
Con las batidoras se podría poner otro ejemplo. Claramente, cada una tiene su función y resultan prácticas para unas cosas u otras pero, ¿vamos a necesitar regularmente todas? En muchas casas con un tipo de batidora se vive bien y no son necesarias más. Con un robot de cocina muchas veces ya tenemos cubierta la función de batir o triturar así que, ¿necesitamos también batidora de mano y/o de vaso?
En resumen: piensa bien lo que necesitas y simplifica tu vida. A veces, tener más no nos hace la vida más fácil sino todo lo contrario. Si te animas, te invitamos a completar esta encuesta para simplicar tu vida.
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