El Real Decreto 110/2015, sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, obliga a los fabricantes e importadores a facilitar la reutilización y valorización de su productos una vez agotado su ciclo de vida. Para ello tendrán que organizar y financiar sistemas operativos de recogida, tratamiento y reciclaje de los residuos.
Los consumidores podrán, como hasta ahora, entregar el material usado de forma gratuita. No obstante, en los nuevos electrodomésticos que compren tendrán que correr con parte del gasto de reciclaje, que podrás consultar con la empresa.
Pero también podemos deshacernos de estos residuos por nuestra cuenta. A lo largo de toda la geografía española encontramos puntos limpios para ello. En este enlace tienes un buscador de Puntos limpios. Busca el más próximo y lleva tus electroingenios para reciclar. En algunas tiendas de distribución también tienen puntos de recogida para pequeños aparatos electrónicos. Si vas a cambiar el tuyo y vas a ir a una tienda infórmate y aprovecha el viaje.
No todo pasa por “deshacerse de ellos”. Hoy en día el mercado de segunda mano está cada vez más extendido. Si nuestros aparatos no están rotos o estropeados, sino que ya no nos valen para nuestras necesidades, nos han regalado uno igual o te apetece hacer hueco en tu casa, las tiendas, webs y aplicaciones para darles una segunda vida están a tu disposición.
En cualquier caso, con el incremento del uso de la tecnología y el fin de los aparatos “para toda la vida”, la recuperación y reciclaje de estos útiles se ha hecho más determinante de cara a recuperar los materiales críticos que son reciclables. Así, por ejemplo, para los consumibles informáticos se ha proyectado una planta para 2024 en Huelva.
Igualmente hay planes exhaustivos para la telefonía móvil. La Asociación Multisectorial de Empresas Españolas de Electrónica y Comunicaciones, colabora activamente con la administración pública en programas de mejora ambiental. Ofrece subvenciones y ayudas, y ha puesto en marcha iniciativas como la campaña Tragamóvil junto con la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid.
Los teléfonos móviles desechados son un tipo de residuo particularmente complejo, compuesto por una carcasa de material plástico, una pantalla de cristal líquido, placa de circuitos y batería. Los materiales recogidos se envían a la empresa especializada en el tratamiento de residuos eléctricos y electrónicos. Las baterías plantean un problema particular debido a que requieren de un tratamiento especial para la recuperación de los metales pesados que contienen.
Con una previsión de ventas de decenas de millones de unidades anuales en los próximos años, los residuos de teléfonos móviles van a dejar de ser una anécdota. Puedes ampliar la información de la campaña Tragamovil.
Para deshacerse correctamente de los teléfonos móviles y que se reciclen correctamente, te servirán las sugerencias ya mencionadas en este punto. Eso sí, acuérdate de formatear el móvil por seguridad.
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