Fotografía: Janusz Maniak en Unsplash
La deforestación es un problema acuciante extendido por muchos países. Se ha perdido gran parte del bosque primario, por ejemplo a lo largo de toda la costa mediterránea, Chile o Australia, donde ha quedado relegado a escasos reductos. Casi todo lo que queda es bosque secundario.
Por otro lado, la Amazonia está cada vez más explotada y no solo por la industria maderera, sino por plantaciones agrícolas o pastos para el ganado. Para ello tienen que quemar bosque e introducir hierbas procedentes de África u otras regiones, al carecer de pastos naturales. No permitamos perder un pulmón indispensable del planeta, para lo que se necesita una mejor gestión del recurso que permita su conservación y a la vez el desarrollo humano, sin seguir degradando al límite de su reposición y entendiendo para ello a las poblaciones afectadas.
¿Qué es la deforestación?
La deforestación consiste básicamente en la eliminación del bosque para convertirlo a un uso no forestal. Puede ser originada por el hombre o de manera natural, este último caso no es el más habitual.
Está principalmente asociada a la cercanía de núcleos urbanos, carreteras y ríos y tiene numerosos impactos entre los que se encuentran la pérdida de biodiversidad, ya que al reducir su hábitat, las poblaciones de muchas especies se reducen; la degradación del hábitat, por la fragmentación del bosque; alteraciones del clima global, al reducirse la capacidad para absorber el CO2; la alteración del ciclo del agua y la pérdida de recursos para las poblaciones locales.
Entre otros impactos también se encuentra la pérdida del suelo, debido a que aumenta las tasas de erosión y se reduce la protección del suelo. La Cumbre del Clima de 2014 determinó una serie de medidas para combatir la deforestación, reducirla a un 50% en 2020 y tratar de reducirla a cero en 2030.
Existen diferentes tipos de deforestación:
- Natural: ocasionada por tormentas, tornados, fenómenos naturales o incendios. Últimamente ha aumentado el número de plagas y enfermedades de los árboles.
- Causada por el hombre: para fin constructivo o elaboración de papel y madera o incluso para construir una carretera o plantaciones de cultivos. Cierta tasa de deforestación puede ser difícil de evitar, pero no es necesario hacerlo al límite que se hace actualmente.
Dentro de la originada por el hombre se incluye:
- Deforestación para fines humanos: causada por agricultura o quema y tala de árboles para obtener beneficios económicos, el modo tradicional.
- Deforestación con fin industrial: ocasionada por las industrias madereras y las fábricas de derivados de esta.
- Deforestación por minería: la cual afecta mayoritariamente a la degradación de los suelos y las poblaciones, que se ven afectadas por la contaminación de los recursos.
La Amazonia en peligro
Como un ejemplo muy claro de deforestación, encontramos la selva amazónica, en la que si se aplican los planes previstos, su deforestación llegará a un punto de no retorno. No sólo afectará a la propia selva, sino también a otras zonas, al alterar el ciclo del agua y las lluvias de la zona.
Ya se observan consecuencias, como el aumento de la estación seca y la reducción, en consecuencia, de la estación húmeda con menos lluvias. No sólo afectará a las lluvias, sino también al clima. Y si no se hace algo para frenarlo, se iniciará una transición hacia un bosque similar a una sabana.
¿Cómo afecta a las precipitaciones? Al reducir la masa forestal, se reduce la transpiración y en consecuencia se altera el ciclo del agua. Al verse reducida la masa forestal, el suelo está más descubierto y por lo tanto aumenta la evapotranspiración. De esta manera se reducen las lluvias, ya que el agua almacenada se pierde.
¿Y al clima? Al ser un almacén de carbono, si su deforestación superara un cierto límite, liberaría enormes cantidades de gases de efecto invernadero. Esto sucedería debido a que al perder el bosque, el suelo está al descubierto y todo ese carbono retenido por los árboles se libera.
En Latinoamérica y también en la Amazonia, el cultivo de soja aumenta la deforestación y hacia 2020 seguirá aumentando su cultivo provocando una mayor deforestación, según previsiones aumentará en 5 millones de hectáreas. Esto provocará la degradación de los suelos, al cambiar de uso de este y el aumento de las inundaciones, al tratarse de un terreno sin masa forestal.
En España
Por otro lado, en España, la situación es otra. Su clima es muy propicio a los incendios y estos destruyen grandes superficies. En muchos casos se deja que el bosque se recupere solo, pero a veces estos terrenos deforestados por el incendio no se regeneran de forma natural y no se hace un control adecuado de las zonas reforestadas. España según un estudio ha recuperado bosque, pero no el bosque originario, sino otro tipo de bosque, más orientado hacia el matorral.
Galicia se sitúa a la cabeza de la deforestación con más de 270.000 hectáreas perdidas entre 2001 y 2016, junto con Castilla y León y Andalucía. Se observa una contraposición, los sitios donde se produjeron los mayores incendios en los últimos 15 años, son los que han perdido más bosque y los que más masa forestal ganaron, fueron las zonas de la cornisa cantábrica que lideran la recuperación forestal.
En definitiva, en muchas zonas en España se necesita una actuación de reforestación tras incendios al tratarse de zonas, donde se sabe que el bosque no se recupera de manera natural. Como ejemplo, podemos poner el ejemplo del Pinus pinaster que presenta dos respuestas diferentes al fuego, al oeste de la Península se regenera y al este no, careciendo en algunos caso de piña serótina (piñas que permanecen cerradas y se abren siendo sometidas a altas temperaturas, como en un incendio, superiores a 45-50º).
Buenas y malas noticias
Si observamos cifras, 2017 fue uno de los peores años en pérdida de masa forestal en el mundo desde 2001, con unas 15,8 millones de hectáreas perdidas. 2016 fue el peor con 29,7 millones de hectáreas desaparecidas. Según estos datos, si se recuperan parte de estos bosques y se frena la deforestación se podrían reducir 7.000 millones de toneladas métricas de carbono cada año.
No todo son malas noticias, existen a lo largo del mundo, numerosos proyectos de deforestación que pueden ayudar a mejorar esta situación y también en España. Entre ellos, se encuentran:
- La reforestación en China, que ha logrado recuperar desde mediados de siglo una media de 50.000 kilómetros cuadrados de cubierta forestal habiendo incrementado hasta un 21,6% del total, es decir, un incremento porcentual de más de siete.
- El programa nacional del Gobierno de Filipinas, que ha conseguido recuperar sus árboles perdidos y plantar 240.000 nuevas hectáreas.
- La isla de Madagascar, habiendo perdido bosques por los usos extensivos de cultivo, la tala y la contaminación redujo su masa forestal al 10% y ahora se han plantado alrededor de 80 millones de árboles.
- En Corea del Sur, tras la posguerra, la reforestación consiguió recuperar la masa forestal a gran velocidad, habiendo convertido actualmente dos tercios del país en bosque.
- La Mixteca, en México, zona que sufrió pérdida de suelo por la ganadería o las consecuencias inmediatas de la revolución verde, anteriormente con una importante masa arbórea. La gran mayoría de la zona sigue siendo un terreno sin árboles, pero se ha conseguido reverdecer algunas áreas.
- La Iniciativa de Reforestación de la Región Apalacheana, ha implantado programas de reforestación, consiguiendo más de 60 millones de nuevos árboles.
- El proyecto de varios países subsaharianos para frenar la desertificación del Sahel.
El Pur Project trabaja en Brasil, así como en 40 países a lo largo del mundo. De esta manera Brasil podrá beneficiarse de la reforestación y la gestión sostenible de la selva, así como con las comunidades locales. Entre sus logros se encuentran conseguir 8.511.239 árboles plantados, 215.000.000 árboles bajo conservación y 30.000 granjeros plantadores.
En este enlace se puede observar la lista de sus proyectos.
En España, ¿qué proyectos existen? La Fundación Aquae posee el proyecto Sembrando O2 con el objetivo de plantar árboles. Entre los proyectos se encuentran el proyecto Reforesta Zamora, estructurado en dos fases: en la primera se plantaron 800 nuevos árboles y esperan reducir 140 toneladas de CO2; la reforestación en el Parque Natural La Mata-Torrevieja; en Pego (Alicante) y en las Arcas Reales (sur de Valladolid).
La deforestación es un gran problema, que sin solución aumentará las emisiones de gases de efecto invernadero y ocasionará una gran degradación del suelo, es algo que necesita solución y de manera urgente. No solo ocasionará estas pérdidas, sino también la de gran número de especies y biodiversidad.
¿Cómo podemos colaborar nosotros, los ciudadanos? De manera muy sencilla, colaborando en proyectos de reforestación que se hagan en nuestra zona, intentando evitar papel normal y cambiarlo por el papel reciclado o simplemente reciclando adecuadamente el papel y cartón. Otra forma, también podría ser dando financiación o colaborando con un pequeño aporte económico. Pequeñas acciones que pueden ayudar a dar una vuelta a este problema. Debemos lograr un compromiso para reducir esta deforestación y hacer una mejor gestión del recurso forestal.
[…] La deforestación, además provoca que el agua pase por la superficie sin infiltrarse en las capas superficiales del suelo. Sin esa infiltración el suelo se erosiona y pierde nutrientes, erosionando cada vez más el terreno. En España, existe un clima muy seco en la época veraniega que propicia la aparición de incendios, estos cada año se encargan de destruir una vasta zona boscosa que tarda muchos años en recuperarse, de ahí que hayan aparecido numerosas iniciativas para reforestar las zonas desertificadas. […]